Libros de ayer y hoy
Esta semana se presentó a nivel nacional el Índice de Desempeño Educativo Incluyente2009 -2013 (IDEI), que elabora la organización Mexicanos Primero y que muestra en seis dimensiones el logro educativo de las entidades federativas. En él, se ponderan el aprendizaje (50%), la eficacia (10%), la permanencia (10%), la participación social (10%), la profesionalización docente(10%) y la supervisión escolar(10%) para considerar el avance o retroceso de cada estado.
Hay entidades federativas que están en los primeros lugares de la clasificación nacional y continúan mejorando, como Guanajuato, Hidalgo, Puebla, Yucatán y Zacatecas. En cambio, hay estados que están abajo y estancados como Guerrero y Tamaulipas, estando al fondo de la tabla Oaxaca y Michoacán por caracterizarse por la prevalencia de gravísimas fallas en múltiples procesos educativos.Específicamente en nuestra entidad y de acuerdo con los porcentajes señalados, al no ser plausible conocer el nivel de logro educativo estatal, por bloquearse sistemáticamente la aplicación de la prueba ENLACE, perdemos el 50% de la evaluación. Sin embargo, al ocupar malas posiciones en las cinco dimensiones restantes se demuestra que estamos ante un problema sistémico, multifactorial y que solamente podrá revertirse mediante la implementación de estrategias integrales y participativas.
El contraste respecto a los recursos invertidos en el sistema educativo michoacano es muy alto, ya que este 2014 nuestra entidad cuenta con la mayor participación federal en el rubro con 11 mil 994 millones de pesos. En el gasto total por alumno nos encontramos en el sexto lugar nacional con 20 mil 507 pesos anuales, muy por arriba del promedio nacional de 16 mil 510 pesos. El salario promedio de los maestros adscritos a las escuelas primarias y secundarias es de 19 mil 067 pesos mensuales, mientras que estamos arriba del 20 por ciento de pérdida de los días del ciclo escolar. Respecto al aprovechamiento escolar, simplemente no habrá manera de conocerlo censalmente en este año por la cancelación de la aplicación de la Prueba ENLACE.
La calidade del sistema educativo estatal no es entonces un problema exclusivamente financiero, sino de falta de direccionalidad de los mismos, ya que por ejemplo,los incentivos escalafonarios están completamente desviados, privilegiándose la antigüedad, la participación en las actividades sindicales y la beligerancia respecto a la capacitación docente, el aprendizaje de sus alumnos y la influencia de los mentores en el desarrollo comunitario. Hoy, la reforma educativa plantea la realización de pasos imprescindibles, tales como los concursos para el ingreso al servicio profesional docente y la promoción de los maestros, la evaluación obligatoria, transparencia en estructuras ocupacionales y plazas, jornadas de transparencia, que incluyen informes anuales de los directores escolares ante los padres de familia y la implementación de un sistema para quejas y sugerencias.
Sin embargo, el plazo que plantea la citada reforma para que el día 12 de marzo de 2014 a más tardar se hayan armonizado las leyes estatales de educación de las entidades federativas se encuentra sumamente próximo, sin que a la fecha la Comisión de Educación de la LXXII legislatura local se haya pronunciado respecto a las posibilidades de lograr cumplir tal requisito en tiempo y forma. Evidentemente, el costo político que ello entraña es lo que ha ralentizado este proceso sustantivo.
No basta considerar que Michoacán es un estado pobre, desigual y violento. El contexto no es pretexto. La historia de la humanidad está repleta de situaciones en las que como especie nos hemos sobrepuesto a la adversidad. El sistema educativo nacional también. La cuestión es tener verdadera voluntad de transformar esta situación, lograr gestionar los recursos y la red de apoyos a nivel comunitario para alcanzar las más altas finalidades del sistema educativo.
En nuestro caso estatal, ahora con la intervención federal en el ámbito de seguridad, contrasta enormemente la determinación mostrada en este ámbito, ejerciéndose gran cantidad de recursos y movilizando a miles de soldados, incluso sustituyendo a cuerpos policiales municipales, con la franca lentitud en remediar los ingentes problemas de centenares de escuelas fallidas por toda la geografía michoacana. Al respecto, las señales recientes pueden ser el relevo del delegado de la SEP y el anuncio de mayor inversión federal en el rubro y pueden ser positivas, pero ello no basta, en la entidad el rezago educativo sistémico padece nuestra infancia pero se pervierte desde toda suerte de burocracia. Es tiempo de una auténtica transformación educativa que conlleve erradicar la corrupción a todos los niveles, con un compromiso verdadero de los tres órdenes de gobierno para que el epígrafe de esta colaboración se materialice: que se aprecie más la idoneidad del educador de la niñez y juventud michoacana que la de los policías y militares, un anhelo que expresó Melchor Ocampo y que lleva más de un sesquicentenario sin que sea convertido en realidad en la entidad.
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