Agua y espiritualidad
Este 3 de diciembre se difundieron los resultados de la prueba PISA 2012, que mide el logro académico de los alumnos de los 34 países miembros de la OCDE, a los que se aunaron una veintena de naciones que voluntariamente decidieron examinarse.
Los resultados para nuestra nación fueron escarnecedores, ya que no solamente nos ubicamos en el último lugar de la OCDE y en el 54° escaño de todos los países evaluados, sino que retrocedimos respecto a nosotros mismos en 2009 en los tres aspectos que se evalúan, que son comprensión lectora, matemáticas y ciencias. Michoacán, al igual que Oaxaca y Sonora, ni siquiera apareció en el mapa, al ser incapaces estas tres entidades de aplicar al menos un 65% de los cuestionarios que se distribuyeron para tales efectos.
Tales resultados ponen en entredicho la efectividad de la política educativa de los últimos tres años, así como nebulizan la esperanza de que en el 2015 se obtenga una mejor evaluación. Asimismo, colocan en alerta máxima a la sociedad mexicana respecto a los compromisos establecidos por las actuales administraciones estatal y federal.
Aunque debido al bloqueo de la CNTE no hay datos del informe PISA 2012 sobre Michoacán, es imparable que se sigan conociendo dosis de realidad educativa. Por ejemplo, esta semana INEGI presentó datos sobre el valor agregado bruto (VAB) de las entidades federativas, concepto que mide el valor añadido generado en las distintas etapas de un proceso productivo. Visto así, Michoacán destinó a servicios educativos el 62.3 por ciento de su VAB, que sitúa a la entidad en el segundo lugar nacional, sólo atrás de Sinaloa, cuyo gobierno aportó al rubro el 67.3 por ciento. Es decir, cinco de cada ocho pesos de la riqueza michoacana se dedican al sistema educativo.
Esta cifra se aúna al hallazgo del estudio de Malgasto Educativo 2013, en donde se identificó a Michoacán como la cuarta entidad que más gasta de su presupuesto estatal en el sistema educativo, con un costo por alumno de 26 mil pesos anuales. En contraste, los resultados en calidad educativa están parcialmente a la vista, ya que la cerrazón sindical se ha opuesto recalcitrantemente a que se conozca detalladamente lo que sucede en las escuelas michoacanas. PISA 2012 es el ejemplo más reciente al respecto, estando a la espera de lo que resulte de la aplicación del Censo Nacional de Alumnos, Maestros y Escuelas de Educación Básica y Especial, que acaba de concedérsele a Michoacán prórroga en su entrega hasta el 13 de diciembre, debido a las dificultades inherentes al bloqueo de su aplicación.
Este boicot en absoluto responde a las necesidades educativas, sino que es parte de un plan que ha brindado pingües ganancias a su cúpula. Bloqueando PISA 2012, los militantes de la CNTE aplican irrestrictamente la mónita corsaria: “esconde y después reparte el botín”. No solamente ocultan el nivel de logro educativo, sino que también impiden proceso de enseñanza-aprendizaje. En la nación, restando el dispendio de tiempo, en promedio se imparten 562 horas de clases al año, en las entidades donde hay ciclos de 200 días de clases. A falta de transparencia en la entidad, si interpolamos el número de horas con nuestros ciclos escolares de 160 días, obtenemos la pírrica cifra de 449.6 horas de clases al año en Michoacán. Un escolapio que acuda a una escuela que imparta 6.5 horas diarias de clase, en 79 días de clases acumulados hoy del ciclo escolar 2013-2014, ya dedicó más tiempo que el que emplearán hasta finalizar junio del año próximo los alumnos de escuela pública bajo la égida de la CNTE.
A pesar de que Michoacán ocupa el cuarto lugar en el país por ser de las entidades que más gasta en educación de su presupuesto estatal de egresos, se ubica en los últimos lugares de aprovechamiento escolar. Es lamentable que hasta ahora, cualquier intento por medir lo que está sucediendo en las escuelas michoacanas es considerado como un atentado en contra del sindicalismo autodenominado democrático, que insiste en fungir como apoderado de la verdad única de lo que ocurre en la escuela pública michoacana, que es un discurso plenamente manipulado, trocando las evidencias basadas en datos duros por ideología acorde a sus intereses.
La esperanza de que por medio de la educación nuestros hijos accedan a un mejor nivel de vida es totalmente legítima e inalienable. Sin embargo, nuware inercia señala eN sentido contrario. En esta semana en Morelia hubo un plantón de la CNTE en la Secretaría de Finanzas exigiendo cumplimiento a una minuta, mientras que el SUTCOBAEM realizó paro rechazando el nombramiento del nuevo director general del Colegio de Bachilleres del Estado de Michoacán, habiendo puesto toda suerte de obstáculos al exdirector, a quien se le impelió a renunciar. Se denunció a un vendedor de plazas docentes, con el argumento de ser fraudulento, no por el acto per se corrupto, sino por no cumplir lo pactado. Asimismo, 10 alumnos quedaron fuera de la UMSNH debido a que no pudieron presentar sus certificados de estudios en tiempo y forma, por estar tomada indefinidamente la sede de la Secretaría de Educación en el Estado. Todo esto es completamente inaceptable.
Con los resultados obtenidos y teniendo tales antiejemplos tan presentes, es evidente que debemos luchar por educación de calidad y sin cortapisas en Michoacán.
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