Las propuestas presidenciales en México
Celaya, Guanajuato, 10 de junio del 2013
El primer paso para dar rumbo a México, es construir ciudadanía…
R- Auuu, mi Santias. Ahora si te luciste ¡Tienes razón!, la esencia de México no está en su territorio, está en su gente, si no hay ciudadanos todo lo demás sobra.
S- Ese es el punto, mi Rufo. En los nacimientos de las repúblicas, tiempos antiguos de griegos, cartagineses y romanos, la clave estaba en construir sociedades con ciudadanos, es decir, hombres y mujeres con intereses comunes, que luchaban por progresar unidos bajo una bandera que les daba identidad. En aquellos tiempos, ser ciudadano implicaba también ser soldado de la república y traía aparejados derechos y obligaciones; el cuidado y defensa del Estado o Nación era responsabilidad de todos.
R- Guauuu, ese concepto no es cosa del pasado, mi Santias, que no se dé en México no significa que sea obsoleto… Ahí tienes a los gringos, pendejos, pendejos, pero tienen al mundo de cabeza y sus intereses económicos y políticos no tienen fronteras; igual se benefician del petróleo iraquí, que manipulan revoluciones en Siria o promueven derrocamientos en Egipto… Ello porque todos su ciudadanos son soldados de la república.
S- Pero muchas de sus acciones son abusivas e ilegales y hasta mentirosas, como la justificación de una guerra en inexistentes armas de destrucción masiva en Irak.
R- Grrr, no estoy hablando de moralidad, que con mis perrunos ojos en ningún lado veo. Estoy hablando de soberanía y de poder, ya que ambos conceptos se sustentan en la capacidad de una nación, primero para ser independiente y segundo para imponer su voluntad a otros por la fuerza. Para ser independiente es imprescindible tener la capacidad para defenderte, por la fuerza y con fuerza, de intereses de fuera que quieren sacar ventaja de lo tuyo o imponerte su voluntad para su beneficio (Analiza la visita del Primer Ministro Chino, hasta le pedimos prestado). En otras palabras, difícilmente será libre un pueblo dependiente que no se puede defender, es decir, un pueblo que no tiene la cohesión, interés e identidad para, organizadamente, formar una fuerza de defensa a la que llamamos ejército, que le permita ser independiente.
S- Creo que perdiste foco, mi estimado canino. México si cuenta con las fuerzas armadas para defender los intereses nacionales.
R- Grrr, el que perdió el enfoque, fuiste tú, mi ínclito humano. México no tiene la capacidad, ni la organización ni la fuerza para defenderse del embate de intereses extranjeros (ni de mafias) y peor aún, no tiene el marco constitucional para construir esa defensa. Recordemos que en México, el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas es el Presidente de la República, pero que este no tiene legitimidad dados los procesos tramposos en cuestiones electorales. Es decir, quienes “gobiernan” (entrecomillas) a México, no tienen, ni han tenido la autoridad moral para ser guías de todos los mexicanos, lo que en automático genera una crisis de liderazgo que se puede plantear en los siguientes términos: ¿Cómo voy a seguir al “Presidente” (entrecomillas) en una guerra, cuando los intereses del Presidente no son ni mis intereses, ni los intereses nacionales? En otras palabras, la desconexión gobierno ciudadanía, derivada de la corrupción de los partidos políticos, conlleva una desconexión del pueblo de México son su ejército, situación que en forma práctica se resuelve “pagando” a los soldados; por lo que el ser soldado en México deja de ser una vocación para convertirse en una chamba, con las consecuentes distorsiones en valores, en compromiso y en eficacia. Así tenemos a nuestro ejército callado, por instrucción y en complicidad con el ejecutivo, ante al contrabando de armas y la agresión guerrera de Estados Unidos al violentar nuestras fronteras para “vender” armas al crimen organizado en México; acción, en la que está probado, participó conscientemente el gobierno federal norteamericano… Dicho con palitos y rayitas, el gobierno federal mexicano se inclinó y guardo silencio cómplice ante los crímenes perpetrados por el gobierno norteamericano, y en el proceso se llevó entre las “patas” a las Fuerzas Armadas mexicanas que jugaron de comparsas de los gringos y se convirtieron, por acción u omisión, en cómplices de un flagrante ataque a la soberanía nacional… Todo porque el ejército mexicano está bajo las órdenes, de un solo hombre, “El Presidente”, cuya ética, moralidad y compromiso con México es cuestionado por el pueblo.
S- Criticar es fácil, ¿Qué es lo que propones, perro?
R- Auuu, primero, que en tiempos de paz el ejército reporte al senado, para no depender de la voluntad, estado de ánimo o compromisos de un solo hombre; segundo, que iniciemos una reforma educativa, de verdad, no la payasada esa que solo pretende el control del magisterio, de manera tal que se privilegien el civismo y la construcción de ciudadanos… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador