Convento Franciscano del siglo 16, a unos minutos de Morelia
Ya no sorprende a nadie la estampa de las personas que cruzan las avenidas Francisco I. Madero y Siervo de la Nación por encima de los vagones del tren, cuando realiza maniobras, aunque todavía zarandea conciencias cuando alguna de ellas cae a las vías al intentar ganar tiempo y lo menos que pierde son las piernas.
Este año han ocurrido dos accidentes en Siervo de la Nación y los que se acumulen en tanto se concreta el proyecto del libramiento ferroviario a cargo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), ya que la actual administración municipal descartó la posibilidad de construir puentes sobre esa avenida así como en el Periférico República, dos de las vialidades en las que el tráfico peatonal y vehicular se complica cada vez que pasa el ferrocarril.
Esa decisión, tomada con una visión de largo plazo, choca con la inmediatez de los morelianos afectados por las maniobras del tren que duran entre 60 y 90 minutos, alrededor de las nueve de la mañana, la una y media y las seis de la tarde, todos los días, tiempo durante el que no hay manera cruzar, a no ser por encima del tren.