Me hice escritora porque no podía pintar: Martha Zamora

MORELIA, Mich., 6 de abril de 2016.-Con más de 30 libros en su haber, la escritora Martha Zamora participó en el ciclo Mujeres de letras que se realizó en el Palacio de Bellas Artes.

Según un comunicado de prensa, visiblemente emocionada y con voz entrecortada, la autora de Frida. El pincel de la angustia yMaximiliano y Carlota. Memoria presente celebró que el lugar para este acto haya sido el Palacio de Bellas Artes, al que llegó a los 4 años de edad acompañada por su madre y donde velaron, por ejemplo, a Frida Kahlo.

Martha Zamora destacó que se hizo escritora porque no podía pintar, pero la imagen de los murales y de multitud de pinturas y de creadores a los que ha entrevistado, marcaron su vida y en la escuela, recordó, se “apañaba” a los que sí sabían dibujar para que le hicieran sus tareas y ella a cambio les hacía ensayos.

Y es que, dijo, aunque no podía dibujar, sabía contar historias, toda vez que aprendió a leer a los 4 años y su mundo quedó impregnado por El Principito, Pedro Páramo y Borola Tacuche.

Fue a los 40 años, en 1981, reveló ante el auditorio de la Sala Manuel M. Ponce, ciclo organizado por la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), cuando decidió hacer una biografía de Frida Kahlo, antes de que se diera el boom mundial de la pintora y que fue una labor que le tomó ocho años.

Sin embargo, comentó que este no fue su primer libro, pues comenzó su carrera en las letras con la creación de catálogos industriales, de perfumería, muebles y ropa, y su interés por Kahlo ha continuado hasta su más reciente libro En busca de Frida, “que es el número 35 o el 36 de los que he hecho”.

Otra de sus pasiones, compartió, han sido Maximiliano y Carlota y su libro Memoria presente con más de 650 páginas le tomó 16 años de investigación, ya que a diferencia de lo que pasaba con Frida, de la que no había casi nada, de los emperadores se tiene mucha información, pues ellos mismos escribían, por lo que documentarse en el tema parece no tener fin.

Ahora, dijo la escritora, no tiene proyecto en puerta, pues estaba pensando en escribir sobre Ramón Mercader, el asesino de Trotsky o bien sobre los franceses y europeos que se quedaron en México después del asesinato de Maximiliano.

Martha Zamora advirtió que a pesar que estos temas pueden resultar interesantes, no le apasionan y esperará a encontrar uno que realmente la entusiasme para entregar a sus lectores el siguiente volumen, ya que todos tenemos una voz y ella la expresa por escrito.