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MORELIA, Mich., 3 de enero de 2019.- Los impuestos contenidos en el paquete fiscal 2019 de Michoacán traerán beneficios a mediano y largo plazos para el saneamiento de las finanzas públicas, aunque para el corto, habrá costos económicos y sociales que el Gobierno del estado tendrá que asumir.
Así lo analizó el economista Heliodoro Gil Corona, al recordar que ahora el estado contará con una estructura de 12 tributos, entre ellos, cuatro genéricos, cuatro ecológicos y cuatro cedulares, de los que destacan los impuestos sobre la nómina y de hospedaje que aumentan sus tasas del 2 al 3 por ciento.
“Si el Gobierno siguiera nadando de muertito sin mover la variante de los ingresos locales, no perfilarían soluciones de largo plazo para revertir paulatinamente las condiciones críticas de las finanzas del estado”, expuso el coordinador de Proyectos Estratégicos del Colegio de Economistas.
De acuerdo con el balance ofrecido por el especialista, el presupuesto estatal para el ejercicio 2019 contempla una recaudación de mil 813 millones de pesos por concepto de impuestos, lo que representa un incremento real del 13 por ciento, con relación a los mil 549 millones del año pasado.
Y es que Gil Corona ha insistido en que, para lograr un verdadero saneamiento de las finanzas públicas todo gobierno debe incluir en su agenda tres mecanismos: aumentar los ingresos propios, reducir el gasto corriente en aspectos no prioritarios y estratégicos, y contener el nivel de deuda.
Consideró que a corto plazo los ingresos propios no representan cambios notorios, ya que participan con el 6.1 por ciento del total de los ingresos estatales en los presupuestos 2018 y 2019, al pasar de 4 mil 028 millones a 4 mil 290 millones de pesos de pesos, un crecimiento real de 2.5 por ciento.
No obstante, apuntó que a pesar de estos esfuerzos y con medidas para reducir el gasto corriente a través de la eliminación de plazas de confianza, extinción de dependencias y compactación de estructuras administrativas, el presupuesto previsto experimenta desequilibrio financiero y deterioro del ahorro interno.
Estimó que el presupuesto contraerá el crecimiento económico de 2.3 a 1.3 por ciento en 2019 y disminuirá un 23.1 por ciento el empleo formal al pasar de 15 mil 991 plazas creadas en 2018 a 12 mil 248 calculadas en 2019, lo que provocará una mayor presencia de la informalidad laboral.