Convento Franciscano del siglo 16, a unos minutos de Morelia
MORELIA, Mich., 15 de marzo de 2016.-Como un accidente feliz describe Alejandro Lubezki la forma en la que se sumergió en el mundo de la cinematografía, que comenzó cuando apenas estaba en la universidad estudiando Letras Hispánicas.
En entrevista exclusiva para Quadratín detalló que fue luego de varios cursos de cine y de que un amigo le pidiera que se leyera una novela para que realizara una adaptación, cuando se dio cuenta que esa era la forma en la que quería ganarse la vida. La adaptación fue elegida para producirse por el Centro de Capacitación Cinematográfica, por lo que se convirtió en su primer guión filmado.
“Todos los guiones que he escrito se han filmado, y eso es increíble para mí. No es que tenga una filmografía presumible, pero lo he podido hacer. En mis inicios en la cinematografía otro amigo me invitó a dirigir y se me hizo muy normal el paso de la escritura a la dirección. Fue como una continuidad sacar del papel aquella idea y llevarla a otro plano para trabajar con actores, vestuario, locaciones”, recordó Lubezki en entrevista con Quadratín.
Para el hacedor, lo más deseado es poder continuar trabajando en lo que decidió: “Eso es lo mejor que puede pasarme, tener la oportunidad de seguir haciendo lo que me gusta. Si puedo escribir una película y filmarla, y luego otra y otra, estaré bien”.
El hermano de Emmanuel Lubezki (ganador consecutivo de tres Oscars por mejor fotografía) dijo sentirse orgulloso por los logros de su fraterno. “Luego de ganar con The Renevant le dije: ‘Muchas felicidades, te quiero mucho’. Creo que mi hermano es muy bueno en lo que hace, que ha tenido muchísima suerte de poder trabajar con directores con los que comparte. Que un grupo de gente que vota para dar un premio haya decidido reconocerlo me da mucho orgullo. A Emmanuel lo admiro muchísimo”, expresó.
Ambos hermanos trabajaron juntos cuando Alejandro iniciaba su carrera, y fue Emmanuel quien se encargó de la fotografía de uno de sus primeros cortometrajes: De Mesmer, con amor o Té para dos (2002). “Fue muy divertido trabajar juntos, increíble. Siempre en mi trabajo he tratado de rodearme de toda la gente que quiera trabajar conmigo y que sepa más que yo, porque creo esa es la única manera real de aprender”, apuntó.
Actualmente Alejandro se encuentra escribiendo un guión que espera poder realizar dentro de poco. Además, se dedica todo el año a la organización del Festival Internacional de Cine de Morelia, como asesor de la dirección general.