Libros de ayer y hoy
Policía Rural…
“El buen ciudadano es aquel que no puede tolerar en su patria un poder que pretende hacerse superior a las leyes… Marco Tulio Cicerón. (106 A.C. – 43 A.C.) Escrito, orador y político romano.
El pasado 10 de mayo inició la conformación de la Unidad de Fuerza Rural Estatal, dentro de la Policía Estatal Preventiva, con ciudadanos que fueron parte de las autodefensas y que ahora se integrarán también al Mando Unificado. Tras la crisis de inseguridad que ha padecido Michoacán entero y con énfasis en la Tierra Caliente y Costa estatal, no resta más que hacer votos porque la nueva fuerza policial cumpla las expectativas.
El reto es gigantesco considerando cada una de las contradicciones que se han dado en torno a las autodefensas. Algunas veces amigas y otras enemigas del gobierno federal, ya sea en su conjunto o en sus liderazgos. En este escenario, mucho ha tenido que ver la desconfianza que se ha formado entre todos, por delincuentes y/o arrepentidos que se han infiltrado en el movimiento.
Indudablemente la creación de la Fuerza Rural es un paso importantísimo en el futuro de la seguridad estatal, por lo menos, esa parece ser la apuesta de la Federación, “que las mismas personas que hace 15 meses iniciaron el movimiento armado para solicitar la presencia del Estado, ahora representen al Estado”, como lo ha señalado el propio Comisionado Alfredo Castillo Cervantes.
Lamentablemente la creación de la Policía Rural tiene sus peros. Por ejemplo, ya se tomó protesta a los primeros 450 integrantes, pese a que de manera legal, dicha unidad policial no existe. El decreto que le da vida señala en su artículo primero transitorio que el “presente Decreto entrará en vigor el día de su publicación en el Periódico Oficial del Gobierno Constitucional del Estado de Michoacán”, trámite que se realizó este martes 13 de mayo después de las 20 horas.
Podría ser pecata minuta, pero ante la gravedad de la crisis de inseguridad, las contradicciones que se han manifestado en el operativo implementado por la autoridad federal y las acusaciones entre integrantes de las autodefensas, bien valía la pena darle su importancia a la forma. Pero no, parece que se optó únicamente por el fondo y/o lo mediático, aunque el Congreso michoacano ignorara la creación del nuevo cuerpo policial y aunque el propio gobernador Fausto Vallejo Figueroa, desconociera el mismo sábado 10 de mayo, quién y cómo se les va a pagar a los nuevos elementos de seguridad.
En esta nueva etapa que comienza, se mantiene una zona de excepción a la aplicación de la ley, toda vez que se puede tener en casa un arma de uso exclusivo del Ejército, siempre y cuando no se porte en la vía pública. Lo cual evidentemente no sucede en el resto del territorio nacional, o no debe suceder.
Por todos lados lamentable que no haya ese ánimo contundente de transparencia y legalidad en la conformación de la Unidad de Fuerza Rural Estatal; y sin embargo, los deseos, seguramente generalizados de los michoacanos es que la transición de los autodefensas a policías sea exitosa y ayude a que Michoacán entero deje atrás la etapa de zozobra, impotencia y temor.
Seguramente la última palabra no está dicha. Sólo en materia de fuerza policía queda pendiente que el resto de las corporaciones de seguridad estatal estén igual de equipadas que los rurales, que el mando unificado entre en operaciones, que la remuneración de cada elemento de las diversas policías tenga un salario y prestaciones dignas y sin retrasos.
Todavía falta integrar al resto de las policías rurales e incorporar a los ex policías municipales que se capacitaron y pasaron los exámenes de control y confianza. Por cierto, no todos los primeros integrantes de la Fuerza Rural han realizado dichos exámenes.
El rescate a plenitud de Michoacán exige también que aterricen los recursos comprometidos, mismos que todavía no alcanzan ni siquiera la especificidad mínima, toda vez que a la fecha no se conoce a cuanto ascenderán los recursos federales extraordinarios para el presente año.
Innegable que se han dado pasos importantes, pero no se puede cantar victoria. Así que no resta más que esperar que el Presidente Enrique Peña Nieto no se olvide de Davos Suiza, donde lo obligaron a Michoacán y le generaron la urgencia de mandar una señal de paz, seguridad y buen gobierno al mundo entero.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.