Alfredo Ramírez, morenista aspirante a la gubernatura con menor rechazo

MORELIA, Mich., 22 de octubre de 2020.- Entre los aspirantes a contender por la gubernatura de Michoacán bajo las siglas de Morena, es el diputado Alfredo Ramírez Bedolla el perfil que tiene la menor percepción negativa, según una encuesta publicada por El Universal este jueves.

En Morena la mala percepción de un político puede hacer la diferencia entre ser candidato o no, como le ocurrió al senador Ricardo Monreal en 2018, que pese a ser más conocido que Claudia Sheinbaum, perdió la candidatura al gobierno de la Ciudad de México por tener una percepción baja de honestidad y cargar mayores negativos entre el electorado.

La encuesta de El Universal ratifica que Morena sigue siendo la primer fuerza política en Michoacán con 21.3% de la intención del voto a su favor, seguido por el PRI con un lejano 7.2%. En este contexto, la gran batalla para el partido de AMLO parece ser interna, por la definición del candidato a la gubernatura.

El estudio demoscopico de El Universal sólo mide a 4 aspirantes a la gubernatura: Fabiola Alanis Samano, Raúl Morón Orozco, Cristóbal Arias Solís, y Alfredo Ramírez Bedolla, quién es por cierto, el único militante y fundador del partido guinda.

Según la lógica de Morena, en la que el nivel de mala percepción resta posibilidad de ser candidato, quién tendría más ventaja para obtener la candidatura sería Alfredo Ramírez, ya que sólo el 17% de los encuestados tiene una opinión negativa de él; en segundo lugar, Fabiola Alanís con 21.3% de negativos; y por último Raúl Morón y Cristobal Arias que están empatados con 35 por ciento de percepción en su contra.

En 2018, Sheinbaum logró imponerse a Monreal puesto que ella tenía sólo un 3.9 por ciento de opinión negativa, mientras que el ahora senador tenía 11.6 por ciento;  la percepción de honestidad también fue un factor que incidió en la definición de candidato, toda vez que un 4.9 por ciento pensaba que la actual gobernadora de la CDMX no era honesta, mientras que un 12.7 por ciento creía que la honestidad no era una virtud de Monreal.