Por amor a las comunidades vamos por continuidad de 4T: Nacho Campos
MORELIA, Mich., 23 de julio de 2012.- Los funcionarios del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), encabezados por Alfonso de María y Campos Castelló, director general y Lizbeth Aguilera Garibay, delgada en Michoacán permitieron la construcción de un museo sobre una de las plataformas prehispánicas en la zona arqueológica de Tzintzuntzan, misma que ha sufrido una severa afectación, además de que dicha edificación viola las normas nacionales e internacionales, porque destruye la historia misma del sitio y adultera el significado histórico-natural de esta zona de monumentos tan emblemática para la historia y cultura Purépecha, según denunciaron integrantes del Sindicato Nacional de Investigadores y Docentes de esa dependencia. Este hecho incluso ha motivado, que los investigadores convocaran a una movilización en el Distrito Federal apara impedir que se siga dañando el patrimonio cultural de la humanidad, ya que también se han denunciado casos similares de afectaciones en Puebla.Mediante un documento publicado en su página electrónica, los investigadores inconformes detallan que la zona arqueológica de Tzintzuntzan forma parte de un conjunto urbano histórico de gran importancia que tuvo su inicio durante la época prehispánica, continuó en la colonia y se mantiene hasta nuestros días, presentando una profundidad histórica poco común en nuestro país.El espacio de Tzintzuntzan se encuentra protegido por el INAH desde hace varias décadas, los terrenos fueron parcialmente pagados desde las primeras exploraciones, sin embargo, fue hasta 1991 y 1993 cuando el Centro INAH retomó las gestiones para regularizar la tenencia de la tierra, logrando pagar algunos de los predios que forman la poligonal envolvente. En este mismo periodo se estableció la poligonal actual que integra 180 has en un sólo polígono, donde el uso del suelo fue establecido por la Delegación Michoacán y la Dirección de Registro Arqueológico, como restricción total reservado para la investigación y conservación de los monumentos arqueológicos.En 1993 se decidió cercar un área de 18 hectáreas aproximadamente, en este espacio se localizan los principales edificios públicos de la antigua capital purépecha. Dicho cercado presupone que se trata del lugar de mayor monumentalidad e importancia arqueológica y por lo tanto, estaría limitado a labores de investigación, conservación y difusión del patrimonio arqueológico.Durante años, el Centro o Delegación INAH Michoacán pugnó por respetar dicho entorno a través de restricciones al tipo y materiales constructivos utilizados en las inmediaciones, se convenció a las autoridades municipales de construir una unidad deportiva en terrenos alejados del centro ceremonial; se ha argumentado la imposibilidad de construir una clínica y un centro educativo en terrenos que forman parte del sitio arqueológico aunque están fuera de la poligonal envolvente, por motivo de estar muy cerca de la zona protegida y para evitar la alteración visual del sitio y su entorno.Señalan que si bien la difusión a través de un museo o sala introductoria es parte de las labores sustantivas del INAH, no se justifica la construcción de un gran edificio al interior del perímetro antes señalado. Y para ello detallan 10 puntos que son clave para demostrara el deterioro, entre los más importantes existe afectación directa sobre los monumentos arqueológicos, la construcción se realiza sobre la plataforma que delimita por el lado sureste la plaza central de la Zona Arqueológica.Se trata de una construcción ubicada dentro de la poligonal envolvente de la Zona Arqueológica. Cabe señalar que esta ZA tiene un polígono único donde el Centro INAH Michoacán y la Dirección de Registro Arqueológico establecieron la restricción total al uso de suelo para fines de conservación e investigación. No es una obra reversible.La altura de la obra supera a la de las estructuras piramidales, provoca afectación al paisaje cultural. Por lo que sabemos hasta ahora, se trata de una obra de gran impacto en el entorno.Se realizan procesos de excavación con técnicas inadecuadas para la excavación de contextos primarios no alterados. El uso de calas perimetrales para ubicar los muros, falta de un manejo claro de la información de contextos evidenciada en la ausencia de dibujos en los informes arqueológicos, se omite información relacionada a los pisos y a los puntos de contacto entre las estructuras y los pisos de la plaza, falta de control de las excavaciones al dejar tirados los restos culturales junto a las excavaciones, entre otros.