MORELIA, Mich., 22 de marzo de 2020.- Tienen una antigüedad que supera los 250 años y son el testimonio vivo de una cultura y una forma de vida que se arraiga a la par con los bosques en donde se inserta el municipio de Charapan: son las trojes o viviendas tradicionales purépecha.

Algunas han sido restauradas y sus propietarios permiten el acceso al público, como es el caso del hogar de Estela Galván y Cirilo Sierra; otras, en contraste, exhiben distintos grados de deterioro por el paso del tiempo y la exposición a los elementos.

Todas son una muestra de cómo viven las poblaciones purépecha, su vinculación con el entorno natural y su apego con la naturaleza y los ciclos biológicos y climáticos propios de la región.