CIUDAD DE MÉXICO, 18 de julio de 2020.- La elegancia de los huipiles, tehuanas y de los vestidos de gala de Oaxaca no reside solo en la calidad de las telas y de los hilos de seda que dan vida a la colorida vestimenta; el largo tiempo que se dedica en su diseño, bordados y costuras hacen que cada prenda sea única, y aunque en el mundo existen imitaciones, nada se compara con la pasión que ponen por más de seis meses las manos oaxaqueñas a sus textiles.  

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