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MORELIA, Mich., 7 de junio de 2023.- A prisa por ganar un espacio de la lateral de Periférico Revolución, motociclistas, ruleteros, camionetas, ciclistas, ¡de todo!, se exponen a chocar o atropellar personas, en un tramo de terracería que corre paralela a la cinta asfáltica, frente a la secundaria 65.
La lucha feroz por la movilidad se ha vuelto ya en el ambiente cotidiano de la ciudad en horarios como el ingreso a la escuela, centros de trabajo y también a su salida, ¡la infraestructura vial ya no es suficiente!, pero no es sólo cuestión de calles, no hay cultura vial y los ciudadanos viven al límite, entre la ausencia de una verdadera gestión de su tiempo personal y los contratiempos de la ciudad.
“Fíjate…”, “¡Es uno y uno…!”, “pinche combiero”, y mentadas de madre, es la comunicación constante entre los usuarios de las vialidades, pero no todo son palabras, también miradas, miradas de rechazo, condescendientes, con indiferencia, recelo y arrogancia.
Como si ser peatón fuera algo grave o estuvieran invadiendo terreno a los coches y sus caballos de fuerza, los conductores y combieros esquivan con particular gracia a los que van a pie y al ciclista, como a los baches de proporciones mayúsculas que están al inicio de esta calle de terracería.
Todos quieren llegar temprano a su trabajo, a la escuela y a sus citas, pero no todos se levantan a tiempo, peor aún quedaron sumergidos en sus recuerdos de un Morelia de hace 15 o 20 años, cuando no había muchos coches y los tiempos de desplazamientos eran breves, ¡hoy solo algo es seguro, el tráfico!
Ante aquel escenario, de llegar tarde y acumular retardos que reducen las quincenas, que afectan las economías familiares, algunos de los morelianos y michoacanos que se dirigen al oriente y sur de la ciudad, aprovechan lo que hay: calles paralelas y algunas hasta de terracería, llenas de baches que con las lluvias parecen pequeñas albercas.
Y mientras en el sentido al oriente los vehículos se amontonan, en la dirección al poniente, la movilidad es otra historia, todo es rápido. No hay filas de coches esperando avanzar, evidenciando que si hacen falta avenidas que lleven a la zona comercial.