MORELIA, Mich., 13 de febrero de 2018.- A pesar de que Michoacán es uno de los estados donde la cantidad de recursos económicos enviados por migrantes internacionales a sus familias por transacción es mayor, el tipo de cambio impuesto por la institución financiera mediante la que se realiza el envío y el cobro de comisiones reduce el ingreso real de los receptores de divisas por remesas, expresó José Luis Gutiérrez Pérez, titular de la Secretaría del Migrante en Michoacán (Semigrante).
Gutiérrez Pérez explicó que las empresas remeseras en Michoacán implementan un tipo de cambio dólar peso inferior al vigente en el mercado, en detrimento de los familiares de los paisanos que captan divisas por remesas, bajo el argumento de costes y comisiones adicionales.
Así, si el tipo de cambio vigente es de 18 pesos por dólar, estas empresas establecen 17.50 pesos por dólar, un diferencial a la baja por el 2.78 por ciento que se traduce en una pérdida por 150 pesos por cada 300 dólares recibidos, sin considerar otros cargos.
Aunado a ello, las empresas remeseras requieren una media de siete dólares por cada 300 dólares enviados, lo que implica una comisión para el usuario por el 2.33 por ciento del monto a transferir.
El titular de la Semigrante reiteró que si bien un migrante en Estados Unidos envía aproximadamente 300 dólares por transacción a sus seres queridos, luego de comisiones y otros cargos por un estimado de 2.99 dólares, así como un tipo de cambio medio de 18.3 pesos por dólar, cuando el vigente es de 18.9 pesos por dólar, su familiar recibiría cerca de 5 mil 435.28 pesos o 287.58 dólares, una variación a la baja por el 4.14 por ciento.
Tarjetas de débito, alternativa a remeseras
José Luis Gutiérrez explicó que una alternativa a los costes de las empresas remeseras ha sido la emisión de tarjetas de débito bancarias, una estrategia impulsada en Estados Unidos por Nacional Financiera (Nafin) y la Semigrante “para ayudar a que los dólares que mandan los migrantes rindan más”.
Si bien es complicado conocer la proporción de migrantes que usan tarjetas de débito para el envío de recursos a sus familias en México, el funcionario señaló que son “muchos” y con comportamiento al alza, por las mejores facilidades operativas y los menores costes.
Recordó que la pretensión inicial de la administración estatal fue la creación de un banco mirante que captara las remesas y ayudara a disminuir la pulverización de los recursos; sin embargo, la legislación actual no permite que el estado cree una institución bancaria, por lo que la expectativa es conformar un sistema de educación financiera para migrantes y sus familias, donde la promoción del uso de la tarjeta de débito para el envío de divisas es parte importante.
Puntualizó que no se pretende difundir alguna institución financiera en particular, aunque se tienen algunos convenios puntuales con banca comercial para abatir tasas de comisiones y cercar el instrumento a la población migrante y sus familias.
Destacó que la estructura que generaría el estado es un proyecto a mediano y largo plazos, debido a la cercanía de la jornada electoral.