MORELIA, Mich., 17 de mayo de 2018.- Con poca afluencia pero muy diversa, se presentó la noche de este miércoles, el grupo mexicano de estética tipo glam rock, Moderatto, en un concierto  que mantuvo emocionados a sus seguidores con covers y temas propios. El vocalista Jay de la Cueva estuvo quejándose del público moreliano porque dijo que estaban “de güeva”.

El concierto, marcado para las 21:30, se retrasó por lo menos media hora, por lo que el público, ante cualquier amague de aparecer la banda en escena, gritaba y chiflaba. Así se mantuvo hasta que pasadas las 22 horas arrancó el concierto con la banda interpretando diferentes temas del rock internacional, para rematar con Lamento Boliviano, que interpretara el grupo argentino Enanitos Verdes, con una introducción de A New Year’s Day de U2.

Después tocaron su sencillo Sentimettal, lo que les valió una fuerte ovación de los presentes. Para entonces ya el vocalista había presentado al público su guitarra rosa de Hello Kitty; “¡saluden a Hello Kitty malditos pecadores!” gritaba.

Una vez completado su éxito de radio, Si mi delito es rockear, Jay de la Cueva aprovechó la pausa para saludar al público moreliano y decirles que andaban de güeva; “buenas noches malditos pecadores, hemos recorrido millones de kilómetros para llegar a este lugar sagrado, Morelia, y esperábamos mucho zangoloteo, pero no, la gente está completamente agüevada”, les dijo.

“Vamos a tocar tres rolas y nos vamos a otro lugar”, bromeó el vocalista quien pidió que apagaran las luces de toda la feria, “pueden apagar las luces de Morelia”. Pidió a la gente sacar sus teléfonos móviles con las linternas encendidas y dijo que el momento tendría su hashtag: Morelia es mi luz, y se pusieron románticos a su modo con un tema que hiciera famoso Daniela Romo; De mi enamórate.

Durante más de hora y media los rockeros fueron de temas como Isabel, que cantaba Luis Miguel o Con todos menos conmigo, conocido por ser interpretado por Timbiriche en la década de los 80’s, hasta sus propios éxitos como Ya lo veía venir, con su consabido grito “¡detector de metal!”.

La noche fresca y despejada permitió que el concierto fluyera sin ningún contratiempo, ante una audiencia conformada por jóvenes, adultos y niños que disfrutaron de los temas variados de este grupo que surgió como un proyecto alternativo producto de la integración de músicos de distintas bandas.