MORELIA, Mich., 12 de junio de 2018.- Desde que era niño, José Hernández Moreno soñaba con ser recolector de estrellas y aunque fue rechazado 11 veces por la NASA, logró viajar al espacio, confesó el astronauta de ascendencia michoacana que recibió la presea Melchor Ocampo que otorga el Congreso del Estado.

Después de estar en el espacio, dar la vuelta al mundo cada 90 minutos durante 14 días le tocó ver  219 amaneceres y atardeceres y una mañana se dio cuenta de que la capa que cubre la tierra es demasiado delgada y gráfil y es lo que nos mantiene vivos, por lo que decidió hacerse ambientalista.

Allá arriba entendió también que no hay fronteras, porque se puede distinguir Canada, Estados Unidos, México, pero no los límites entre uno y otro, que las fronteras son creadas para separar, por lo que pensó en hacer un viaje con todos los lideres del mundo para que pudieran tener ese mismo momento de reflexión.

Incluso bromeó, al comentar que muchos le dicen que es buena idea, pero ha de ser viaje sencillo aunque como es creyente su corazón le dijo que ese viaje habría que hacerlo redondo, arrancando carcajadas y aplausos entre los asistentes a la sesión solemne en la recibió la medalla.

Hernández Moreno optó por improvisar y contar su experiencia ante los representantes de los tres poderes del Estado e invitados a la sesión, así como parte de historia de la que destacó una receta que le dio su padre para ser astronauta:

“Define lo quieres ser, reconoce que tan lejos estás, crea un mapa para saber llegar, obtén una educación, el mismo esfuerzo que pones en la pizca ponlo en los libros, siempre, siempre haz más de lo que la gente espera de ti, lo mezclas y si lo sigue te prometo que llegas”.

“Hay que tener cuidado con lo que pide uno porque si lo consigue el trabajo apenas empieza… La receta funciona para cualquier meta en la vida, aunque yo le agregaría un sexto ingrediente, la perseverancia”, indicó el astronauta.