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MORELIA, Mich., 24 de diciembre de 2016.- La vinculación entre los sectores académico y productivo es el secreto que impulsará la agroindustria en la entidad, señaló José Luis Montañez Espinosa, titular de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Desarrollo Tecnológico (Sicdet).
Tras recordar que la posición líder de Michoacán en la obtención de productos frescos contrasta con su ubicación en los últimos sitios en el ránking nacional en agregación de valor a través de la industria de la transformación, Montañez Espinosa destacó que el diagnóstico arroja que “se ocupa meter más transferencia de tecnología” a las actividades primarias.
El titular de la Sicdet mencionó que el campo para el estado es un sector estratégico, por lo se requiere incorporar productos y servicios innovadores que permitan la participación de industrias como la farmacéutica, las energías renovables y la alimentaria.
Reiteró que la entidad requiere que se explore cómo aprovechar el potencial de productos relevantes, como el mango, el aguacate, la fresa o el nopal a través de la transformación, con lo que el reto será cómo convertir estos en jabones, cremas o biogás, así como hacer con la fruta que se desperdicia, que carece de calidad de exportación o se encuentra en avanzado estado de maduración dulces, nutracéuticos o biomasa.
Agregó que el estado cuenta con diversos centros y unidades de investigación pertenecientes a las instituciones de educación superior, así como el Centro de Innovación para el Desarrollo Agroalimentario de Michoacán (CIDAM), que posee la capacidad y los recursos humanos para lograr la resolución de problemas prácticos del campo local, como la georreferenciación, la cosecha, la postcosecha, la inocuidad, los contaminantes y pesticidas, entre otros.
Asimismo, cuenta con más de mil investigadores, de los cuales 710 están adscritos al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y poco menos de la mitad se especializa en procesos productivos, económicos, nuevas creaciones y tecnología.
Reiteró José Luis Montañez que Michoacán dispone de recursos humanos y proyectos para impulsar al agro local, pero requiere del acompañamiento de la academia para que ésta brinde transferencia de tecnologías y conocimientos a los sectores productivos.