MORELIA, Mich., 29 de junio de 2020.- A un año de haberse implementado la Guardia Nacional, no existe claridad ni transparencia sobre los puestos de trabajo el presupuesto, proceso de reclutamiento y espacios de trabajo, además de que no existen evidencias objetivas de que se han fortalecido las policías.

Bajo el nombre Guardia Nacional: a un año de su puesta en operación, David Blanc, investigador de la organización Causa en Común, recordó que entre las responsabilidades legales adquiridas se encuentra el diagnóstico de las condiciones de la seguridad y las corporaciones de seguridad civiles, mismo que debieron presentar en septiembre del año pasado, pero que no sucedió.

El investigador y activista social, enfatizó que “la Guardia Nacional inició sus operaciones -y así se mantiene- con el mando a cargo de un general, integrada mayoritariamente por elementos de la Policía Militar y Naval, y con lineamientos y protocolos de un cuerpo castrense”, pese a que naturaleza debe ser civil, porque así lo establece el Artículo 21, de la Reforma Constitucional que dio origen a esta corporación.

Asimismo, puntualizó que otro punto donde se podría cocinar irregularidades es en el presupuesto, ya que, de acuerdo a los testimonios recabados y publicados por la prensa “los montos totales que recibió la Guardia Nacional durante el 2019 fueron desde los 15 hasta los 70 mil millones de pesos, sin tener hoy en día certeza de cuánto fue el monto asignado”.

Por si fuera poco, información institucional obtenida a través de transparencia de la Secretaría de Marina, Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Secretaría de la Defensa Nacional, revelan que los 96 mil elementos que dan forma a la Guardia Nacional continúan gozando de sus prestaciones y plazas de donde fueron “transferidos”, ya que “no ha habido asignaciones para la creación de nuevas plazas”.

“Por lo que no hay una delimitación entre las instituciones, como no hay una transferencia se conservan las plazas y las prestaciones de origen, y los números nada más sean transfieren en el discurso”, manifestó David Blanc.

Las condiciones en materia de capacitación son las mismas, cada corporación, Semar, SSPC y Sedena reportan diversas horas de capacitación y malla curricular, por ende, cada elemento tiene una formación distinta, pero el mismo origen, la formación militar y no civil.

Mientras tanto, en medio de la controversia legal por la militarización, nadie se hace responsable de fortalecer, capacitar y profesionalizar a las policías, que son las responsables de la seguridad pública y el primer contacto con la ciudadanía.