MORELIA, Mich., 2 de enero de 2020.- El frío en la ciudad corta; este jueves se anunció que la temperatura en Morelia variaría entre los 10 y los 17 grados. Roberto, un vendedor ambulante de productos para el frío, busca quien le compre algo. Su jornada inicia a las 7 de la mañana y termina a las 9 de la noche.

El joven de 27 años dice que tiene cinco años trabajando en la venta de este tipo de artículos, y aunque este día hace mucho frío, eso no ha incrementado las ventas; pero aún faltan algunas horas para terminar su jornada.

“Ahorita la novedad son los gorritos de pompones, de dos orejitas, eso es lo que más está consumiendo ahorita”, explica a Quadratín, y manifiesta que los vende en 120 pesos, y eso es lo más caro que tiene. “Viene afelpado de borreguito por dentro”, dice y explica que después lo que más vende son los guantes y las bufandas.

Roberto dice que se mueve entre el monumento a  Lázaro Cárdenas y la colonia Tres Puentes caminando sobre todo por la avenida Madero para encontrar clientes. “Han estado un poquito flojitas las ventas todo el mes de diciembre, pero después se fue componiendo más o menos y así anda, con altas y bajas”, dice.

Con una experiencia de cinco años a cuestas, sabe que el mes de diciembre es el mejor, el fin de año es la mejor temporada para vender sus productos, y probablemente en enero porque le compran un poco más.

El se dedica a vender solamente este tipo productos los cuales cambian según la temporada. Es a su trabajo durante todo el año, es un negocio donde se involucran muchos, todos familia, “nosotros lo hacemos; tejemos todo, las gorras y las bufandas”, dice, y asevera que en este negocio también hay mujeres.

Cuando pasa esta temporada, es decir, a finales de enero, se fabrican otros artículos también como gorras y sombreros, este a un negocio de todo el año porque también le hacen pedidos algunas tiendas; “me preguntan en cuanto se los dejo, ya les doy un presupuesto, ‘tanto’, y les doy una cantidad exacta”, expone.

Sabe que debe echarle más ganas porque vienen los Reyes Magos y quiere que le lleven unos juguetitos a sus dos hijos; una niña de siete años y un niño de tres, quienes dependen de su trabajo, así que sigue su camino hacia el monumento a Lázaro Cárdenas.