MORELIA, Mich., 13 de abril 2019.- La prevalencia de problemáticas sociales y la falta de desarrollo tienen que ver con la falta de un modelo de planeación a largo plazo aunado a políticas públicas eficaces que emanen de indicadores precisos, advirtió el especialista en derecho Daniel Mora Ortega.


Al impartir un taller sobre políticas públicas a jóvenes del colectivo Kybernus, hizo notar que al cuarto mes del año, el actual gobierno federal ha demorado la entrega del el Plan Nacional de Desarrollo, que por ley debe entregarse a más tardar el último día de febrero del año en que toma posesión.


“Eso es un defecto de nuestro sistema de la nación: federal, estatal y municipal; no hemos logrado integrar una verdadera participación social de los sectores económicos, sociales, productivos, en el ejercicio de planeación”, dijo el ponente, con cuatro décadas de trayectoria en el servicio público.


El especialista, autor también del libro Derecho procesal legislativo, comentó que si bien en términos de ley una vez que se presenta el proyecto de planeación, hace falta un ejercicio de interlocución, en que el Legislativo opine, lo evidencia la necesidad de un sistema de planeación más efectivo.


“La planeación sexenal no es eficaz. El peor problema de la planeación es que se hacen proyecciones al corto plazo, seis años son muy poquito tiempo en la vida de un país; así estamos como país, mientras China está planeando a 20, 30 o 50 años, en México debatimos por el aeropuerto de ayer”, expuso.


Subrayó que esta dinámica evidencia la carencia de un modelo de planeación de largo plazo, lo que representa un problema para las nuevas generaciones y para el desarrollo integral del país; dicho esto, retó a los jóvenes a pugnar legítimamente por un modelo de planeación mexicano que no dé pie a improvisaciones trianuales ni sexenales.


Recordó que en la década de los 80 se estableció en la Constitución General el Sistema Nacional de Planeación, con rectoría económica a cargo del Estado, con base en un proceso democrático y deliberativo.


Ironizó que la Constitución tiene artículos meramente poéticos, que quedan en la palabra; ya en si bien en términos de la ley se establece que la planeación busca lograr la independencia y democratización política, social y cultural de la sociedad, esto no necesariamente se consolida.
“¡Ah! qué bonito se oye, pero es poesía constitucional; en términos de la ley la planeación constituye la ordenación racional y sistemática de acciones, limita esa facultad al poder Ejecutivo”, cuestionó.


En opinión del especialista, la planeación debería ser un ejercicio amplio en el que todo el sistema participe, no solamente el poder Ejecutivo e instancias federales, sino estados y municipios.


“Todos los agentes deberían de tener incidencia, porque hablamos de definir el futuro de este país; es necesario que luchemos por el federalismo, porque somos un sistema federal pero concentrado en el gobierno federal”, concluyó.