MORELIA, Mich., 29 de agosto de 2016.- Las actividades conmemorativas de la Semana del Adulto Mayor, que concluyeran este domingo con una celebración eucarística en la Catedral de Morelia, son necesarias para mejorar la calidad de vida de este segmento de la población; no obstante, los requerimientos prioritarios de las personas adultas mayores de 60 años se concentran en el acceso a apoyos alimentarios, en salud e ingresos, que no alcanzan a beneficiar al universo demandante, coincidieron entrevistados.
“Es muy bonito que se acuerden de los viejos, de nosotros, que nos celebren con nuestras canciones, con un baile, con momentos para pasar con personas de nuestra edad, porque no todos tenemos esta posibilidad, pero nos ayudaría más que durante el resto del año nos tuvieran presentes, que ya no trabajamos muchos de nosotros y eso no significa que no tengamos gastos y necesidades”, expresó María Yáñez, pensionada de 71 años.
“En lugar de hacer celebraciones, sería mejor que ampliaran los programas de ayuda a los adultos mayores, sobre todo a los que no tienen una pensión o a los que apenas recibimos un ingreso mínimo, nada más para que no digan que no nos dan nada; algunas personas tienen familia, pensión, trabajo inclusive, pero otros prácticamente vivimos de la caridad de nuestras familias, cuando las tenemos y se ocupan de nosotros”, expresó Josefina Rendón, dedicada al hogar, de 69 años, cuyo esposo es jubilado.
Un porcentaje importante de la población adulta mayor de 60 años no cuenta con una pensión ni ingresos fijos, lo que les obliga a laborar de forma constante, pese al deterioro que se observa en su estado físico general y la edad avanzada.
“Tengo varios hijos, en el norte (Estados Unidos), pero nunca se acuerdan de mí, nada más vienen a quitarnos a mi esposo y a mí lo poquito que tenemos, así que no nos queda de otra más que salir a trabajar; yo vendo pan, vengo de Zinapécuaro todas las semanas para vender pan y de eso nos mantenemos, porque mi señor ya está malito y no puede hacer gran cosa”, aseveró Catalina García, comerciante, de 81 años.
“A veces las circunstancias no son tan difíciles, pero cuando uno es mayor necesita ayuda para todo; gracias a Dios en mi trabajo nos dieron jubilación y cada mes recibo un poquito de lo que ganaba, pero suficiente para mantenerme, aún así sería bueno que además de festejar a los abuelos le recuerden a las personas jóvenes que todos van para allá, que nos traten bien, que no nos hagan sentir un estorbo, porque en su momento no lo fuimos”, agregó Carlos Cortés, de 74 años, jubilado.
La soledad, la depresión, la ausencia de actividades productivas y, en los casos extremos, el abandono acechan a los adultos mayores, quienes requieren de la solidaridad y el agradecimiento de la sociedad y sus familias por los años de trabajo que aportaron en su vida productiva.
“Veo a tantas personas, que fueron trabajadoras, ahorraron, se sacrificaron para dar a sus hijos lo necesario, y ahora que están viejos y enfermos sus familias no los quieren, los dejan donde primero o los tratan como muebles, sin pensar en los sentimientos de sus padres y abuelos; afortunadamente algunos tenemos familia que se preocupa y se ocupa de nosotros, pero para muchos otros, la vida es estar en soledad con los recuerdos”, expresó Candelaria Gómez, ama de casa, de 67 años.