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MORELIA, Mich., 10 de noviembre de 2018.- La ciencia es un derecho humano, además de una herramienta que permite a las poblaciones y a los gobiernos acceder a mecanismos, procesos y conocimientos que favorecen el desarrollo sustentable, factor indispensable para la construcción de la paz.
Es por ello que cada 10 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo, en coincidencia con el aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que consagra en su artículo 27 el derecho a la ciencia.
“Reconocer que todo el mundo tiene derecho a participar de la ciencia y a beneficiarse de ella servirá para que se inicie un debate sobre las maneras de mejorar el acceso a la ciencia y sus ventajas para el desarrollo sostenible”, afirmó la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La ciencia, como actividad humana, también promueve el proceso de paz al impulsar la colaboración internacional y posibilita que las personas cuenten con información sobre los avances científicos y tecnológicos y comprendan la fragilidad del planeta Tierra y de los ecosistemas que alberga.
***Presupuesto para la ciencia, una asignatura pendiente***
Entre 2012 y 2016, Michoacán invirtió en ciencia menos del 0.1 por ciento de su presupuesto anual de egresos en ciencia, tecnología e innovación, lo que representa de 11 millones 070 mil 293 pesos, en 2013, a 40 millones 402 mil 402 pesos, en 2016
El comportamiento del gasto en ciencia en Michoacán no ha sido homogéneo: la cuenta pública en ciencia, tecnología e innovación 2017 revela que para el período citado 2012 fue el año en el que el estado tuvo una mayor erogación porcentual en estos rubros, el 0.08 por ciento de su presupuesto de egresos o 36 millones 461 mil 510 pesos de un total de 48 mil 277 millones 302 mil 349 pesos.
Por su parte, en 2013 se tuvo la menor asignación, por 11 millones 070 mil 293 pesos, el 0.02 por ciento de 56 mil 717 millones 989 mil 597 pesos.
Al considerar las cifras absolutas, la mayor inversión en ciencia en la entidad se observó en 40 millones 402 mil 402 pesos, el 0.07 por ciento de los 59 mil 034 millones 220 mil 364 pesos destinados a la operación del estado.
No obstante, en 2016 de 99 dependencias estatales consideradas en el presupuesto de egresos en Michoacán, 42 de 99 instancias registran un presupuesto menor al destinado a ciencia.
La entidad ocupó en sueldos y salarios el 93.4 por ciento de su presupuesto en ciencia, tecnología en innovación.
En tanto que de 2012 a 2016 el presupuesto estatal para ciencia se mostró variable, de 2016 a 2018 evidenció una tendencia consistente a la reducción que le llevó a disponer este año de 12 millones de pesos, una reducción del 70 por ciento.
Esto, pese a que la Federación elevó su gasto en ciencia den 86 mil 382 millones de pesos en 2017 a 90 mil 826 millones de pesos en 2018, un 5.14 por ciento.
***Investigación aplicada, divulgación y becas, destino del gasto en ciencia en Michoacán***
De acuerdo con José Luis Montañez Espinosa, director del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación (Icti), Michoacán destinó este año el 0.02 por ciento de su presupuesto operativo al desarrollo científico.
La suma se eleva al 0.3 por ciento al considerar los recursos derivados de gestiones ante la Federación y la participación de la iniciativa privada.
Este financiamiento se conforma por 12 millones de pesos asignados por el Congreso del Estado al Icti; 81.5 millones de pesos a través de gestiones ante la Federación, mediante el Concejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt); 12 millones de pesos por el pago de multas impuestas a partidos y actores políticos por parte del Instituto Nacional Electoral (INE), y 60 millones de pesos aportados por empresas, para un monto global de 165.5 millones de pesos.
José Luis Montañez refirió que la aportación del estado se destina, sobre todo, a la investigación aplicada, la divulgación de la investigación básica, pago de becas para estudios de postgrado, becas para mujeres indígenas estudiantes de carreras científicas y eventos de promoción y acercamiento entre los sectores académico y productivos.
La inversión pública en ciencia en Michoacán es baja, reconoció el director del Icti, aunque se inscribe dentro de la tendencia nacional, con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) con un 0.6 por ciento del gasto total de la Federación.
Manifestó que la ciencia debe contar con una mayor aportación de recursos económicos, no sólo procedentes del sector público, sino también de la iniciativa privada.
La entidad dispone los centros de investigación operados por las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM) y Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), y el Centro de Innovación y Desarrollo Agroalimentario de Michoacán (CIDAM), así como las unidades de investigación de los institutos tecnológicos estatales.
Por su parte, la iniciativa privada posee, en el Registro Nacional de Instituciones y Empresas Científicas y Tecnológicas (Reniecyt), 148 empresas con reporte de actividades de investigación, el 0.06 por ciento de las 228 mil 817 unidades económicas activas, según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
Este universo, que concentran empresas de las industrias alimentaria, energética, electrónica, mecatrónica y agroquímica, destina alrededor del 10 por ciento de su inversión operativa anual a investigación y desarrollo.