CIUDAD DE MÉXICO, 17 de julio de 2018.- La idea de que el siguiente gran sismo que afectará a la Ciudad de México puede provenir de la Brecha de Guerrero está presente desde hace más de tres décadas, pero recientes estudios podrían explicar por qué no se ha producido hasta ahora.

Expertos del Centro de Geociencias (CGeo) y del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM explicaron que la capa de gabro (roca ígnea) en la base de la placa Norteamericana es poco permeable y no permite el paso constante de agua. Entonces, cuando la placa de Cocos entra por debajo de ella libera fluidos que quedan atrapados, lo que genera menor fricción y evita la acumulación de energía. Los resultados de sus investigaciones fueron publicados en la prestigiada revista Geology.

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