Captación de agua pluvial en casas es una inversión: especialista
CIUDAD DE MÉXICO, 25 de diciembre de 2016.- Domingo negro en Rusia, que si bien no celebra hoy la Navidad por que se atiene al calendario juliano de la Iglesia Ortodoxa Rusa, comenzó con una noticia triste: la muerte de los 92 ocupantes de un TU-154 que, procedente de Moscú y al término de una escala técnica, se desplomó minutos después de haber despegado del aeropuerto de Adler, en la costa del Mar negro, con destino a la base militar rusa en Latakia, Siria, así lo informó La Jornada.
La mayoría de los pasajeros –aunque formalmente tuvieran grado militar– eran civiles que se ganaban la vida como cantantes y bailarines del Conjunto de Coro y Danza del Ejército Ruso, el famoso Ensemble Alexandrov, incluido su director, el teniente-general Valeri Jilalov , y otros miembros de su cuerpo administrativo.
Por encargo del ministerio de Defensa ruso, iban a Siria para actuar, en un concierto de fin de año, ante un público selecto: los militares –pilotos y personal de logística de la base– que cada día realizan incursiones aéreas para lanzar bombas en apoyo al régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, desde septiembre de 2015.
Los periodistas de tres canales de televisión, que debían hacer el reportaje especial para la cena de nochevieja, también murieron. Igual que todos los acompañantes, entre ellos, los miembros de la tripulación, así como Elizabeta Glinka, conocida como “Doctora Liza”, directora de Ayuda Justa, una ONG especializada en distribuir donaciones de carácter humanitario.