Deleitan a madres con megapastel en Festival Michoacán de Origen
MORELIA, Mich., 10 de junio de 2016.- “Lo que más me gusta de estar aquí es cómo me tratan y la comida que me dan en el recreo” , dijo Ángel, de 10 años, quien muestra sonriente una bolsa de ciruelas. Él es uno de los 187 infantes que habita el Asilo Primavera, IAP. Desde hace 108 años, esta institución atiende a niños varones de entre 6 y 13 años de edad, a quienes apoya con albergue, alimentación y educación, informó la dependencia en un comunicado de prensa.
¿Qué pasaría si no existieran lugares como éste? Maritza López Vargas, coordinadora de Desarrollo Institucional del Asilo Primavera expresó que esta instancia atiende a menores que “están en riesgo de calle” y, por tanto, al recibir un hogar y un trato cálido ya no viven con el peligro de “enfrentarse a adicciones o delincuencia”.
“Nuestros niños son nuestra esperanza, por ello para nosotros es esencial su formación, en especial al provenir de familias disfuncionales y en situación de vulnerabilidad. Queremos que ellos aprendan, que en un futuro sean integradores de sus propias familias y ayuden a construir el tejido social”, expresó Maritza López.
En 2015, de la mano del Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol) llevaron a cabo el proyecto Alimentándome y Creciendo en el Asilo Primavera con el que se mejoraron las condiciones alimenticias de los niños atendidos, para contribuir a su desarrollo saludable; además de realizar adecuaciones a la cocina para facilitar la preparación de los alimentos.
Durante una visita al albergue, María Angélica Luna Parra, titular del Indesol, expresó que este tipo de comedores son muy importantes, no sólo en la cuestión alimenticia, sino como espacios de convivencia. Enfatizó la importancia del trabajo que realiza la sociedad civil en esta materia, pues “95 por ciento de los albergues que hay en el país son sostenidos por organizaciones, quienes garantizan su continuidad” , afirmó.
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Destacó que atendiendo las instrucciones del presidente Enrique Peña Nieto, los espacios donde se brinden alimentos a las y los beneficiarios –en este caso- de las organizaciones sociales apoyadas por el Indesol, sean lugares con servicios de calidad y que fomenten la unión, la cultura y el sano esparcimiento.
Como parte del proyecto que se llevó a cabo en 2015, la nutrióloga de la institución realizó mediciones de peso y talla con las que evaluó el estado nutricional de los infantes, con el fin de que, en caso de presentar desnutrición u obesidad, realizar las adecuaciones necesarias a su plan alimenticio. Además, se impartieron pláticas sobre hábitos de higiene, salud y conducta en el comedor, así como del plato del buen comer para crear conciencia en los alumnos sobre la importancia de tener una alimentación balanceada.
Como resultado de todo este trabajo, los niños ahora disfrutan comer frutas en sus colaciones, pues han logrado hacer un hábito el preocuparse de la calidad de los alimentos que ingieren, así como de su higiene.
Los infantes que habitan la casa hogar, cada fin de semana salen a ver a sus familiasel proyecto también benefició a sus tutoras y tutores quienes recibieron capacitación y acompañamiento a la alimentación en casa y se les proporcionaron alimentos para coadyuvar a las familias y sus integrantes.
Además de los servicios de casa hogar, alimentación y educación escolar, los niños del Asilo Primavera cuentan con acceso a una ludoteca donde pueden convivir con sus compañeros y maestras; una sala de cómputo; biblioteca y un auditorio en donde aprenden a tocar la batería.
El Asilo Primavera, en casas similares, también apoya a niñas en condiciones de vulnerabilidad y personas adultas mayores, a quienes provee de alimentación, servicios educativos, atención médica y psicológica.