MORELIA, Mich., 23 de diciembre de 2017.- En coordinación con autoridades estatales y federales, la Secretaría de Servicios Públicos de Morelia prevé alcanzar e incluso superar las 1.8 toneladas de artículos de pólvora en mercados de la ciudad y vendedores ambulantes, donde se comercializan de manera ilegal en la temporada decembrina.

En entrevista con Quadratín, el secretario de Servicios Públicos de Morelia, José Luis Gil Vázquez, enfatizó la necesidad de fortalecer las campañas de información acerca de la peligrosidad de los llamados cuetitos, buscapiés, cebollitas, palomas, barrenos o patadas de mula, productos explosivos que en menor o mayor medida pueden llegar a ser fatales.

Recordó que el uso de estos artículos está regulado por la Ley Federal de Armas y Explosivos, por lo que se debe contar con un permiso de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para su posesión, no obstante que, de acuerdo con lo que establece la norma, su comercialización y uso puede configurar un delito.

Puntualizó que los locatarios de mercados saben bien que vender este tipo de productos les merecerá una sanción de la autoridad administrativa, y que incluso les podrían clausurar su negocio temporalmente o retirar la licencia de manera definitiva, por lo que admitió que en los mercados es donde menos se presenta la venta de estos artículos.

Señaló que ante la irregularidad que constituye su venta, es más bien el comercio ambulante el que se instituye en el principal distribuidor, por lo que señaló que en esta temporada se implementan operativos en zonas de mercados, tianguis, cruceros y puntos de mayor afluencia de personas para detectar a este tipo de vendedores.

Al señalar que en tan solo dos días de operativo ya se ha decomisado más de media tonelada de pirotecnia, Gil Vázquez admitió que hay oferta porque hay demanda, por lo que hizo un llamado a los padres de familia a tomar conciencia y evitar adquirir estos productos.

Y es que, recordó que estos artículos pueden ser detonantes de incendios, daños severos por quemaduras en manos, piernas u ojos, además de que han llegado a causar la pérdida de vidas por el manejo inadecuado principalmente por niños durante la celebración de las tradicionales posadas, nochebuena o año nuevo.