Presuntas amenazas generan compras de pánico en gasolineras de Apatzingán
MÉXICO, DF., 5 de febrero de 2013.- La administración del presidente Barak Obama, a través de su embajador en México, Anthony Wayne, expresó al presidente Enrique Peña Nieto su preocupación por la probable designación del general Moisés García Ochoa como Secretario de la Defensa Nacional, revela el diario estadounidense The New York Times.De acuerdo con ese periódico, las preocupaciones de la administración Obama no sólo radican en las fuertes sospechas de la Agencia de Lucha contra las Drogas (DEA por sus iniciales en inglés) en el sentido de que el general tiene profundos nexos con el narcotráfico, sino también en los señalamientos del Pentágono que le atribuye mal uso de suministros militares y corrupción por varios millones de dólares en contratos con proveedores militares.Para The New York Times, la petición del embajador estadounidense ofrece una rara visión de la profunda implicación del gobierno de los Estados Unidos en los asuntos de seguridad mexicanas y pone de relieve las tensiones y la desconfianza entre ambos gobiernos, a pesar de las proclamas de cooperación y amistad.”Cuando se trata de México, hay que aceptar que vas a bailar con el diablo”, dijo a The New York Times un exfuncionario de la DEA, que pidió no ser identificado porque trabaja en el sector privado en México. “No se puede doblar sus tarjetas y volver a casa porque no se puede encontrar gente que confiar completamente. Usted juega con las cartas que le reparten”.Comentarios similares hicieron al diario estadounidense exfuncionarios mexicanos de inteligencia de sus contrapartes estadounidenses. “La queja se ejecuta en el lado mexicano es que la relación con Estados Unidos es desigual y desequilibrado… México está abierto con sus secretos, no así los Estados Unidos no lo es. Hay mucho resentimiento, y siempre queda un incentivo para tratar de atenerse a los estadounidenses”.Para Eric L. Olson, del Woodrow Wilson International Center for Scholars, “puede pasar cualquier cosa”, tratándose de la futura cooperación entre México y Estados Unidos. “Una parte de mí dice que no vamos a asumir que todo va a ir al sur, y hay cosas que están sucediendo que me da esperanza. Pero cuanto más tiempo pasa sin un poco de claridad, las dudas más influyen”.