Urgen evaluar la seguridad alimentaria

MORELIA, Mich., 11 de mayo de 2016.-  Erradicar el hambre y la malnutrición en América Latina y el Caribe, y avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible, requerirá mejorar los sistemas de monitoreo y evaluación de la seguridad alimentaria y nutricional, señaló hoy la FAO.

Estos sistemas recogen la información y datos que sirven de base para que los países construyan o mejoren sus estrategias y planes de seguridad alimentaria y nutricional.

Según un comunicado, en los últimos diez años, países como Colombia, El Salvador, Brasil y Uruguay, han conformado sistemas que organizan  y procesan la información de los sectores agroproductivos, de salud  y seguridad alimentaria para convertirlos en insumos útiles para la toma de decisiones en materia de políticas públicas.

Pese a lo anterior, en muchos países el dialogo y la coordinación entre las entidades encargadas de los mecanismos de monitoreo y evaluación y las que crean las políticas públicas es aún insuficiente.

Un nuevo estudio de la FAO analizó el estado regional de estos sistemas de monitoreo y concluyó que los vínculos de los sistemas de monitoreo con las políticas nacionales en general son muy débiles, lo que dificulta que cumplan su objetivo de servir a crear acciones más efectivas.

“Existe una gran fragilidad en la articulación entre las instituciones que implementan las políticas de lucha contra el hambre y los sistemas creados para su seguimiento”, explicó Emma Siliprandi, coordinadora del estudio.

Según la FAO, monitorear y evaluar las acciones de los gobiernos y contar con los datos más actuales sobre seguridad alimentaria son aspectos esenciales para erradicar el hambre.

“Esto requiere sistemas de información robustos y con fuerte conexión con las políticas públicas, especialmente en vista de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible, que representan un gran desafío en términos estadísticos”, explicó Siliprandi.

Recomendaciones del estudio

En la gran mayoría de los países analizados por el estudio se hace necesario un mayor compromiso a nivel nacional para que la información generada por los sistemas de monitoreo sea utilizada por todos los sectores involucrados en la lucha contra el hambre.

La primera recomendación del estudio de la FAO es que los sistemas de monitoreo tengan un claro marco conceptual, para evitar problemas como el uso excesivo de indicadores o que se mida un mismo aspecto de la seguridad alimentaria de dos maneras diferentes.

Un segundo aspecto fundamental es la necesidad de garantizar presupuestos y personal adecuados, ya que el estudio halló una carencia de personal calificado para gestionar  los sistemas analizados.

Estandarizar los métodos y periodicidad de la recolección de los datos es otro aspecto vital, ya que muchos de los sistemas trabajan con datos desactualizados, de fuentes secundarias o de baja calidad y con poca desagregación geográfica, por género, edad o etnia.

Según la FAO, los países deben desarrollar estrategias de análisis y divulgación de los datos sobre seguridad alimentaria, ya que muchas veces la información generada en los sistemas de monitoreo no se utiliza para planificar las políticas de seguridad alimentaria.

El estudio, producido por el Programa de Cooperación Brasil-FAO, señala que la participación de la sociedad civil en los sistemas oficiales de monitoreo de la seguridad alimentaria es aún incipiente, y debe ser mejorada. Para fortalecerla es necesario mejorar la relación entre las diversas instituciones y sectores involucrados, fomentando la participación de actores clave del gobierno y de la sociedad civil.

El estudio también destaca que los países deben aprovechar el apoyo técnico y financiero de las grandes iniciativas regionales de lucha contra el hambre, como el Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre de la Comunidad de los Estados Latinoamericanos y Caribeños y la Iniciativa América Latina y el Caribe Sin Hambre 2025.

Experiencias ejemplares en la región

Entre los países de América Latina, Brasil es el que más ha desarrollado su sistema de monitoreo de la seguridad alimentaria, implementando uno complejo y efectivo, estructurado por órganos oficiales y con instancias del control social.

Ecuador, El Salvador, Colombia y Guatemala presentan sistemas de fácil acceso y con información para la planificación de las acciones referidas a la lucha contra el hambre y la malnutrición.

México, por su parte, posee un sistema bastante avanzado mientras que países como Costa Rica y Uruguay están desarrollando sus propios mecanismos de monitoreo y evaluación.

La FAO ha apoyado la creación de Observatorios de Seguridad  Alimentaria y Nutricional de carácter gubernamental en Colombia y Uruguay, y otros que reúnen el mundo académico de varios países.

Actualmente, la FAO trabaja a través de una de sus tres iniciativas regionales prioritarias entregando asistencia técnica y financiamiento a estos mecanismos.

Objetivos de Desarrollo Sostenible requieren mejor información

Para poder cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) -el segundo de los cuales busca la erradicación plena del hambre para 2030- se requiere conocer de manera fiel el estado de diversos indicadores relativos a la nutrición, la seguridad alimentaria y la producción de alimentos, entre otros.

“La única forma de avanzar hacia hambre cero, plena sostenibilidad de la agricultura y el cuidado de los recursos naturales es con información clara y el monitoreo y evaluación constante de las políticas de los gobiernos”, señaló Siliprandi.