MORELIA,  Mich., 21 de mayo de 2015.-Ante el lamentable caso del niño Christopher Raymundo Márquez Alvarado, quien fuera asesinado por un grupo de adolescentes en el estado de Chihuahua, el Grupo Parlamentario Nueva Alianza hizo un llamado para que se atienda con carácter urgente la situación de los centros de tratamiento para la reinserción social de los menores de edad.

 

Ello, debido a que, según la propia Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), dichos centros desatienden la normatividad nacional e internacional, “con lo que se contribuye a perpetuar el ciclo de la violencia, en lugar de conseguir el objetivo primordial de reinserción social”, indicó la diputada federal Lucila Garfias Gutiérrez.

 

En entrevista, la legisladora aliancista manifestó que “no podemos permanecer indiferentes ante casos como el ocurrido en Chihuahua. Este lamentable hecho debe ser una llamada de atención para tomar medidas conjuntas, sociedad, gobierno, medios de comunicación y padres”.

 

“Nos corresponde a todos, desde nuestros distintos ámbitos, contribuir a mermar tanta barbarie”, expresó.

 

Luego de enviar condolencias a la familia del niño Márquez Alvarado, Garfias Gutiérrez subrayó que para Nueva Alianza, la forma de detener la violencia no es mediante la disminución de la edad penal, “la solución debe ir más allá y ser mucho más profunda, debemos atender a las causas que generan esas acciones”, dijo.

 

En este sentido, recordó que hace unas semanas, en la Cámara de Diputados se aprobó una reforma constitucional en materia de justicia para adolescentes en la que, durante su discusión, Nueva Alianza insistió en la importancia de atender los orígenes de la violencia, así como las condiciones en las que se encuentran internados los menores infractores.

 

La diputada mexiquense afirmó que las circunstancias en las que perdió la vida el niño de tan sólo seis años de edad “nos deberían indignar como sociedad y avergonzar como parte de uno de los poderes del Estado, pues los niveles de violencia y descomposición social han llegado a tal punto, que un delito como el secuestro se convierte en un cruel juego que ciega la vida de un pequeño”.

 

Asimismo, dijo, este caso no sólo llama la atención por su enorme crueldad, sino porque es un síntoma de una sociedad enferma, y de una juventud a la que se le han cerrado las oportunidades de un mejor porvenir.

 

“Debemos reconocer que la cotidianeidad de la violencia se ha insertado en la vida de miles de niños y jóvenes del país, situación que no hemos podido frenar, sino por el contrario, los medios de comunicación se han encargado de replicar como una forma de explotar comercialmente el morbo de la gente”, subrayó.

 

 

Finalmente, Lucila Garfias, a nombre de hizo grupo parlamentario, hizo un llamado “para promover el respeto de la dignidad humana y de las normas que como sociedad nos hemos dado para poder desarrollarnos en paz y armonía”.