Balean a 2 en estacionamiento de Ceconexpo
MORELIA, Mich., 2 de noviembre de 2015.-Día de Muertos. El Panteón de Tzintzuntzan se viste de amarillo con las flores de cempasúchil, las veladoras del color más cálido, las comidas más típicas y cientos de adornos en conmemoración de los difuntos que habitan en dicho panteón.
El frío es estremecedor, aunque para las familias que velan las tumbas de sus queridos difuntos toda la noche, parece no existir. El panteón se llena de personas listas para tomar la mejor fotografía con la que puedan mostrarle a cualquier persona lo creativo de los adornos que alumbran el lugar.
Año con año la esencia de vislumbrar esta tradición se va perdiendo poco a poco, ya que la mayoría de las personas acuden al panteón en estado escaso de sobriedad, al no saber la importancia que tiene este día para las personas de Tzintzuntzan.
Un foco de diversión para muchos; un eterno lugar de recuerdos, tradiciones y tristezas para otros, cada quien acude al lugar con diferentes expectativas.
Lo más fascinante de esto, es que hasta el ser más despistado y desinteresado por estas tradiciones, queda completamente pasmado al apreciar la belleza del galante panteón, de la joya conocida como “Las Yácatas” y de la iglesia con pastizales completamente verdes, árboles frondosos y una capilla antigua dispuesta a sacar la mejor de las postales en una fotografía.
Conforme pasan los minutos la temperatura va descendiendo más y más, y en el transcurso de los pasos recorridos en cada uno de los lugares puedes apreciar a un grupo de hippies disfrutando de la noche, vendiendo artículos atractivos para la vista.
Consecutivamente verás fogatas por todos lados con música electrónica; listas para hacerte pasar una noche más cálida, eso si tu objetivo es el reventarte toda la noche, hasta ver el amanecer de la fría madrugada que se espera.
Otras personas se encuentran en el camino escuchando música de banda o reggaetón afuera de sus carros, viendo pasar a la gente para gritar, llamar la atención y hacer más relajo unos con otros.
Mientras que otros deciden caminar toda la noche, recorriendo cada uno de los senderos del lugar para guardar en su memoria cada una de las imágenes que hasta el próximo año se vuelven a repetir.
Y así como en estos párrafos se fue perdiendo la verdadera importancia que tiene esta tradición para todos aquellos quienes honran a sus seres queridos, que se esmeran por hacerles saber aunque no físicamente, pero si espiritualmente, que ellos viven presentes en sus corazones; así se pierde la esencia de estas tradiciones, acudiendo solo por diversión y por pasar una noche fuera de lo común.