Aseguran en Erongarícuaro 2 bombas para huachicoleo de agua
MORELIA, Mich., 9 de julio de 2013.- La movilidad urbana debe incluir a todas las formas de movilidad: al peatón, al ciclista, al motociclista, al transporte público y al automóvil. Sin embargo, los motociclistas son objeto de críticas severas, pero muy superficiales. Las autoridades que atienden estos reclamos sin profundizar en el fenómeno, no sólo son objeto de protestas, sino de la realidad: sus acciones no revierten los problemas, porque no atienden las raíces de los mismos.
La semana pasada leímos las siguientes noticias: cientos de motocicletas comienzan a instalarse en los alrededores de la plaza Independencia (Argentina); motociclistas organizan segunda protesta (Panamá); líderes de los
motociclistas rechazaron la medida al considerarla arbitraria y sin
fundamento (Colombia); motociclistas crearon un movimiento contra los operativos de Tránsito (México).
Pero, qué es lo que les inquieta; por qué es que no están en acuerdo con el gobierno; qué es lo que tanto reclaman.
Veamos el ejemplo de un repartidor de pizzas.
¿Por qué un repartidor que pasa su jornada laboral conduciendo una moto lo hace con tan poca precaución? La empresa le garantiza al cliente tenerla en menos de 30 minutos, una vez que se hace el pedido. 16 minutos después es entregada al motor-repartidor que tiene 14 minutos para llegar, si no lo hace, se le descuenta de su salario.
Entonces, ¿Qué sucede si tiene que entregar más de una? Divide esos 14 minutos entre 2 o 3 y los tiempos pueden ser fatales.
En Europa los accidentes de motociclistas suceden con mayor frecuencia en los horarios de entradas o salidas laborales y a velocidades muy bajas. En América Latina los porcentajes pueden ser también altos en esas mismas horas.
La primera parte del problema es un asunto de derechos laborales, donde el repartidor tiene que llegar a pesar del clima, del congestionamiento y de casi poner en peligro su vida. Desgraciadamente, es el eslabón más débil de la cadena.
La segunda, es un tema de infraestructura vial caótica en las horas pico, y no sólo es un tema de espacio, sino de convivencia entre los diferentes usuarios.
Con frecuencia una vía de 5 carriles es congestionada por vehículos que se estacionan momentáneamente en primera y segunda fila y el efecto que producen en el tránsito es catastrófico, pues la velocidad se reduce a lo mínimo y las maniobras de los conductores tienden a ser impredecibles para el resto.
Las autoridades no comprenden que no cambiarán nada haciendo las mismas cosas. Lo que deben entender es que las motocicletas no son automóviles y que desde el peatón hasta el automóvil deben de tener cabida en nuestras ciudades.