Captación de agua pluvial en casas es una inversión: especialista
MORELIA, MICH., 4 de mayo de 2013.- Michoacán tiene una vulnerabilidad alta a la desertificación, en las condiciones actuales, en más de 70 por ciento de su superficie, y un aumento a la sequía meteorológica, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
A propósito del Día Mundial del Medio Ambiente, que se conmemora cada cinco de junio, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) detalló algunos datos en esta materia en Michoacán.
El proceso más importante de degradación del suelo en México es la erosión hídrica, cuya superficie de afectación asciende a 37% (72 465 144 ha del territorio). Los efectos más dramáticos se expresan con la formación de cárcavas, lo que deriva en zonas improductivas para cualquier actividad económica o bien se refleja en una baja considerable en la producción de las actividades agropecuarias y forestales. Es en estas áreas donde es posible revertir el fenómeno mediante un uso sustentable del recurso. Otros tipos de degradación son: la erosión eólica, la cual afecta el 23.25% de la superficie nacional; se presenta principalmente en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas; la degradación química por salinización y contaminación que afecta principalmente a las zonas agrícolas y abarca 13.2 millones de hectáreas a nivel nacional.
La desertificación es la degradación de las tierras áridas, semiáridas y zonas subhúmedas secas. Causado principalmente por variaciones climáticas y actividades humanas tales como el cultivo y el pastoreo excesivo, la deforestación y la falta de riego. La desertificación no se refiere a la expansión de los desiertos existentes. Sucede porque los ecosistemas de las tierras áridas, que cubren una tercera parte del total de la tierra, son extremadamente vulnerables a la sobreexplotación y a un uso inapropiado de la tierra.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la desertificación amenaza a la cuarta parte del planeta, afecta directamente a más de 250 millones de personas y pone en peligro los medios de vida de más de 1 000 millones de habitantes de más de 100 países al reducir la productividad de las tierras destinadas a la agricultura y la ganadería. Estas personas incluyen muchas de los países más pobres, los más marginados y los ciudadanos políticamente más débiles. Aunque la desertificación puede ser provocada por las sequías, en general su causa principal es la actividad humana: el cultivo y el pastoreo excesivo, la deforestación y la falta de riego.
“Existe una estrecha relación entre la desertificación y la sequía, que se complica al incluir aspectos poblacionales, si se considera a la desertificación como el resultado de la combinación de la sequía meteorológica y el inadecuado manejo del suelo”.