Sólo 8 países en el mundo permiten todavía las corridas de toros

MORELIA, Mich., 15 de mayo de 2014.- El diputado federal Jhonatan Jardines Fraire (PRD), se pronunció a favor de crear una ley a nivel nacional que prohíba la entrada de menores de edad a espectáculos donde exista violencia contra los animales, como las corridas de toros o peleas de gallos.

En conferencia de prensa, el legislador señaló que con el foro que organizó este jueves por la mañana en el Recinto Legislativo de San Lázaro, Basta de Tas (tracción a sangre), “ni caballos esclavos, ni humanos excluidos”, inicia una campaña para inhibir la participación de menores en lo que denominó “espectáculos de sangre”.

Jardines Fraire explicó que esta empresa busca acabar con la violencia a la que exponen a los infantes, debido a que no existe una regulación al respecto en el país.

Para ello, se buscará que la Cámara de Diputados llame a los congresos y Ejecutivos locales a evitar la violencia en los espectáculos familiares, ya que, muchas veces, los contenidos de los espectáculos dependen de la aprobación del municipio, dijo.

El diputado destacó que esta campaña nace de una recomendación que hizo la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a Portugal, para prohibir la entrada de menores de edad a espectáculos de tauromaquia.

Leonardo Anselmi, director de la Fundación Franz Weber en América Latina, señaló que sólo ocho países en el mundo permiten todavía las corridas de toros. De ellos, uno, Ecuador, prohibió la entrada de menores de edad a estos espectáculos y Venezuela sigue en ese camino, agregó.

Subrayó que la decisión de prohibir que los niños accedan a espectáculos con violencia incide en la sociedad, por lo que deben tomarla los poderes Ejecutivo y Legislativo.

“Las sociedades anegadas en la violencia, imposibilitan por absoluto la posibilidad de un individuo de ser feliz, por lo cual estas decisiones de generar una cultura de paz son decisiones de carácter social, no individual; por eso, no podemos dejar solamente en la decisión del padre, la madre, o el tutor el hecho de que los niños puedan acceder o no a espectáculos de violencia”, concluyó.