Garantizada la seguridad para el Festival Michoacán de Origen
MORELIA, Mich., 13 de julio de 2015.- Aferrarse a la permanencia se ha convertido en una constante para los negocios de venta de libros nuevos y usados en la zona del primer cuadro de la capital michoacana donde existen varios establecimientos que continúan apostando a la promoción de la lectura entre la ciudadanía enfrentando caídas de ventas de hasta 50 por ciento.
Caminar por las angostas calles del Centro Histórico moreliano resulta un agasajo para los transeúntes dadas las edificaciones arquitectónicas que en él existen, pero esto se complementa para los amantes de la lectura con los pequeños espacios que invitan a entrar y hojear uno de los cientos libros que en ellos se encuentran con nomenclaturas variadas.
Uno de estos establecimientos es la Librería Luz, un amplio negocio ubicado en la calle Eduardo Ruiz número 365, que alberga poco más de 100 mil títulos, de acuerdo con su encargado José Antonio Marín Barajas, quien afanoso ordena los libros mientras se detiene por unos minutos a leer algunas páginas.
“Cuando yo entré a trabajar aquí tenía bastante afluencia, se vendía bastante, una venta constante, pero de año y medio para acá ha bajado mucho la venta, hasta un 50 por ciento; si no hay venta obviamente no sale para los gastos que lleva la librería, la renta, luz, teléfono, agua, los sueldos de los empleados también, a veces se tiene que retrasar por la misma situación”.
Pese a esta situación, afirma que su jefe no ha considerado que pudiera presentarse algún tipo de despido hasta el momento, a causa de la falta de solvencia económica, por lo que considera que tal vez el propietario tenga que recurrir a suprimir gastos para hacer frente a la falta de ventas.
Aun con esta cuestión, el propietario del local continúa con la compra de libros de las personas que acuden a este establecimiento a llevar libros que ya no usa o quiere. Este local, con más de 30 años de existencia, es considerado el pionero en Morelia en espacios de venta de libros usados, de acuerdo con la señora Leticia Chávez, quien labora en este negocio.
Otro espacio, de menor dimensión pero igual interés de promover la lectura, es la Librería Espiral, ubicada en la calle Eduardo Ruiz número 360, justo frente a Librería Luz, cuyo encargado, CristianFerreyra, refirió que llevan aproximadamente tres años, tiempo en el cual ha observado bajas ventas, constante, sin cambio.
“En tiempos las ventas son muy altas, en tiempos muy bajas, ahorita como tenemos a la competencia enfrente pues ha sido un poco duro, pero creo que la gente ha respondido de la gente que uno espera en cualquier negocio, positivamente”, consideró.
Además, indicó que las bajas ventas registradas se deben a la falta del hábito de la lectura y a la crisis que atraviesa el estado y el país: “Pienso que es por la situación por la que está pasando el país que posiblemente la gente prefiera comer a leer, es lo que ha pasado hasta hoy; creo que ha habido una caída de más del 50 por ciento de las ventas, hay días que nadie entra y no se vende nada, se queda en ceros, hay semanas que hay hasta cuatro días en los que no entra nadie y eso desanima”.
Quien no comparte el argumento de las caídas en las ventas es el encargado de la Librería Avilés, ya que aseguró que en su caso todo ha sido positivo desde hace tres años que tomó este establecimiento.
La Librería Avilés, localizada en la calle Valentín Gómez Farías número 264 y poseedora también de variados títulos de diferentes épocas atendida por el doctor José Carlos Avilés, es un pequeño espacio con vasto acervo bibliográfico ideal para quienes buscan tranquilidad y lectura.
“Tiene conmigo tres años, pero debe tener como unos siete años, aproximadamente; las ventas están bien porque aquí en Morelia se lee mucho, contrario a las opiniones de mucha gente, aquí hay estudiantes que vienen por libros, la gente en general lee”.
Aseguró que escucha quejas de otros locatarios del ramo respecto a las bajas ventas pero “siempre venden”, dice, pues en su caso le va muy bien: “En vacaciones la universidad cierra y hay un receso hasta que regresa y se incrementa; de un 30 a 40 por ciento baja la fluencia pero se sigue vendiendo, es lógico pensarlo, los alumnos se van a sus lugares de origen, los maestros también salen de viaje o de vacaciones, entonces se vende menos pero sí se vende”.
Presumen acervo
Las librerías Minerva, Luz y Avilés son algunos de los espacios en Morelia que albergan títulos de libros históricos que datan de 1800 y 1900, incluso ediciones exclusivas que tiene el orgullo de poseer entre sus libros.
Con forros tradicionales, artesanales, primitivos y actuales, los acervos de estos espacios se guardan celosamente a la espera de que algún historiador los consulte o simplemente conozca físicamente uno de los libros con siglos de historia.
Gustos, variados
“En promedio al día entran como 30 personas, pero de ellas solo compran unas cinco personas; la afluencia es muy variada, entre semana y los días que más acuden son los de quincena; la gente busca temas como superación personal, literatura o los clásicos”, indicó el joven José Antonio Marín Barajas, de Librería Luz, respecto a los gustos de sus clientes.
En el caso de la Librería Espiral, los gustos de los lectores son novelas, novela histórica como “La caída de Roma”, “Conspiración en Roma”, historia de México y clásicos mexicanos como “Los de Abajo”, principalmente, aseguró su encargado Cristian Ferreyra.
El tema religioso también es uno de los predilectos de la ciudadanía dado el elevado porcentaje profesa la religión católica. Tal es el caso de la Librería San Pablo, donde se ofrecen de todo tipo de publicaciones, imágenes religiosas, misales y otros artículos propios de este ramo.
Francisco Ortega Calderón, encargado de esta librería, indicó que lleva aproximadamente 20 años, localizada ahora en Santiago Tapia, esquina con Ignacio Zaragoza número 202, surgida con la idea de acercarla a la Catedral.
“El fuerte de la Librería San Pablo son los libros, nos hemos dado cuenta cómo están las ventas en el mercado pero nos mantenemos hasta cierto punto en un buen estándar de ventas porque los libros que se manejan la verdad pocos los hallan aquí en Morelia”.
En este tiempo de existencia se ha percatado de una permanencia de las ventas, y en los cinco meses que lleva laborando en este negocio se ha percatado de los productos que más busca la gente, que son misales, las Biblias y la encíclica del Papa Francisco.
Difieren por afectaciones por la era digital
El vendedor de Librería Luz indicó que la era digital y la llegada de los audiolibros ha mermado las ventas que antes eran buenas y ahora reflejan solo caídas: “Influye algo la tecnología y en general todos los negocios están así, muy venidos a menos en Morelia, los libros digitales sí nos ha afectado”.
Para el encargado de la Librería Espiral, Cristian Ferreyra, los libros impresos aún conservan ventaja frente a lo digital, pues electrónicamente hay muchos títulos que no se encuentra, únicamente están en versión impresa.
“Creo que sí nos ha afectado un poco porque gente ahorita prefiere lo digital los e books, sin embargo, hay gente que aún siguen buscando libros impresos porque no los hay y creo que es ahí donde todavía el libro impreso tiene la ventaja o la especialidad, por ejemplo, si hay gente que está buscando libros de 1900, 1920, títulos que solo fueron impresos dos ediciones no lo van a encontrar en digital por ese lado creo que puede durar otros años la literatura impresa”.
Para el encargado de la Librería Avilés el Internet no ha acabado con los libros, sino con las enciclopedias: “El Internet vino a acabar con la enciclopedia, la enciclopedia ya no se vende porque está en el Internet, pero le quiero decir un dato, yo tengo audiolibros y no se venden, ha sido un fracaso, a mucha gente no le gusta leer en Internet y vienen por su libro”.
Otra librería también dedicada a la oferta de libros usados y nuevos, a costo accesible y que aún subsiste en el primer cuadro de la capital michoacana, como la Librería Minerva, ubicada en la calle Aquiles Serdán número 59, que representa un espacio para buscar un sinfín de títulos actuales y de muchos años atrás.