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MORELIA, Mich., 13 de julio de 2015.- Por su destacada labor legal por la defensa de los derechos humanos a favor de los sectores más desprotegidos del estado, el licenciado Juan Manuel Ramírez Rojas se hizo merecedor de un reconocimiento por parte del grupo de Juristas de Michoacán de manera póstuma, en el Aula Máter del Colegio de San Nicolás, recinto donde estudió su bachillerato.
Oriundo de Churumuco y poseedor de un sinfín de reconocimientos, el abogado Ramírez Rojas dedicó la mayor parte de su vida a dar voz y defender a quienes no tenían conocimiento sobre las normas de protección de las garantías individuales y que le valió el aprecio de todos aquellos a quienes ayudó en vida.
“Tuvo varios puestos; el último que tuvo fue juez del Registro Civil en la administración de Víctor Manuel Tinoco Rubí, después se dedicó a litigar, a la abogacía en todo el estado, mitad enfocada a la intención de obtener un recurso económico y la otra mitad del tiempo enfocada a conocer qué casos de derechos humanos había, como tortura, discriminación, maltrato y demás referente a la materia”, señaló Juan Manuel Ramírez Sánchez, hijo del jurista galardonado.
Entregó su vida a los más desprotegidos, recordó, a la vez que indicaba que uno de sus últimos logros fue a favor de la comunidad de Carapan con la comunidad indígena, donde hizo una agrupación, la Comisión Municipal de Derechos Humanos en el municipio de Chilchota, donde agrupaba siete pueblos.
Con este proyecto se dedicó a infundir a los habitantes la cultura autónoma, que no necesitaban de nadie y que ellos podían valerse por sí solos en materia de salud y gestión de recurso de programas sociales porque era su derecho, pero por discriminación, desconocimiento y falta de atención de las mismas autoridades no lo reclamaban.
“Él los apoyó acompañándolos prácticamente a la puerta y así anduvo porque muchas veces no les hacían caso y ya posteriormente los fue “adiestrando” hasta que los señores supieron y hoy agradecen ese trabajo”, rememoró su consanguíneo.
Otras actividades de relevancia fueron en los municipios de Sahuayo, Purépero, Tlazazalca, Morelia y Churumuco, su tierra natal.
Enfocó su lucha en dos aspectos: exceso y omisión. La primera referente al abuso por parte de representantes de la autoridad al momento de la detención de una persona; el segundo aspecto, centrado en la falta de respuesta de los gobiernos municipales y en datos que dejaban sin atender.
Luchó contra la tortura
Al detectar incremento en los índices de tortura a personas detenidas, Ramírez Rojas llamó a un grupo de colegas para integrar la Comisión Estatal de Derechos Humanos no gubernamental y tras varias gestiones logró mucho apoyo a la comunidad.
De 1990 a 1999 fue promotor, impulsor y fundador de las Comisiones de Derechos Humanos de los municipios de Apatzingán, Buenavista, Chavinda, Acuitzio, Churumuco, Gabriel Zamora, Hidalgo, La Piedad, Lázaro Cárdenas, Morelia, Los Reyes, Múgica, Pátzcuaro, Purépero, Sahuayo, Santa Ana Maya, Tacámbaro, Uruapan, Zamora, Tanhuato, Vista Hermosa, Chilchota, Tlazazalca, Huetamo y Coahuayana.
Todo el legado, dicen, fue a favor de los derechos humanos de los sectores más desfavorecidos y propensos a sufrir discriminación y maltrato por parte de las autoridades.