Conectarán jóvenes de origen mexicano en EU con sus raíces michoacanas
MORELIA, Mich., 14 de diciembre de 2014.- Hasta hace cinco meses había estado toda su vida en cautiverio. Hoy Teresita Verduzco Verduzco, de 17 años, toca el piano con la libertad de elegir su pieza favorita, Por ti volaré —que interpreta Andrea Bocelli— en una capilla del Distrito Federal, a más de 425 kilómetros de distancia del albergue La Gran Familia, del que salió después de que el Ejército la rescató junto con otras 595 víctimas.
A diferencia de la mayoría de los niños liberados del yugo de la zamorana Rosa Verduzco, Mamá Rosa, que fueron canalizados por el DIF a otra institución o reintegrados a sus familias, a Teresita le tomó semanas poder dejar La Gran Familia. A ella, a su madre sordomuda y a otras 58 personas más nadie las reclamó. Mucho menos tenían a dónde ir.
Teresita nació en el albergue de La Gran Familia, en Zamora, Michoacán, que operaba en la impunidad desde 1947. Del padre nada se supo; de su mamá, sólo que había llegado desde niña al albergue y adoptado el nombre de Rosa Verduzco Verduzco, como muchas de las mujeres que vivían ahí.
Lo poético de esta historia es que de una madre sordomuda, Teresita nació con el mismo don que Mozart: un oído absoluto, es decir, la habilidad de reconocer una nota musical sin el apoyo de una partitura o de nombrar las notas de sonidos domésticos, como un claxon o el canto de los pájaros.
Información completa en: http://www.excelsior.com.mx/nacional/2014/12/14/997611