COAHUAYANA, Mich., 17 de junio de 2015.- ¡Ya basta de que escriban tantas mentiras y estupideces sobre Aquila!, ¿cómo hacemos para que los que se dicen periodistas escriban con rigor profesional?

Lo anterior fue expresado por un grupo de molestos habitantes del pueblo de Aquila, los que por voz del indígena Juan Mendoza expresaron su rechazo a las publicaciones hechas en diversos medios de comunicación en las que por declaraciones de Juan Carlos Martínez se asegura que un grupo armado desalojó a la gente del bloqueo en el camino a la mina y que hubo carros quemados, lo que desmienten.

“Dónde está el rigor profesional, porqué no investigan, porqué no checan quien es el que declara y si lo que dice es verdad”.

Y arremeten, “Juan Carlos Martínez no es dirigente de Aquila ni un luchador social, es un delincuente falsificador de firmas integrante de una gavilla de delincuentes que han afectado a la comunidad indígena parando a la empresa minera durante dos meses, han engañado y estafado a un grupo de personas pidiéndoles dinero con el cuento de que las van a hacer comuneras para que reciban regalía minera, lo que bien saben que no es cierto porque ya se los dijo el Tribunal Unitario Agrario que no son autoridad comunal”.

“Cualquier periodista con ganas de hacer profesionalmente su trabajo puede verificar en el TUA 38 que no son autoridad comunal, exigimos ética profesional a los periodistas”.

“En Aquila el pueblo ya estaba harto de no recibir dinero de la minera por culpa de Juan Carlos y su grupo, por eso fuimos a quitarlos, porque queremos que trabaje la mina, no fue un grupo armado, fuimos nosotros el pueblo de Aquila, la comunidad indígena y avecindados. En el bloqueo había no más de diez gentes incluido un bebé de brazos, se le invitó a que se retirarán, lo hicieron y les desmantelamos su campamento.”

“En el auditorio comunal quisimos hacer lo mismo, invitarlos a que voluntariamente se retiraran, pero antes de hablar nos agredieron con palos y les respondimos, en la trifulca hubo heridos y golpeados de los dos bandos, pero ganamos el auditorio y se dejamos en resguardo a la Policía Federal”.

“Por la tarde la banda de Juan Carlos regresó reforzada al camino de acceso a la mina, fuimos a quitarlos otra vez y ni federales ni militares pudieron con la furia del pueblo, les desmantelamos su nuevo campamento y ellos salieron huyendo”.

“Si hubo vehículos dañados, ninguno quemado, pero eran de delincuentes reconocidos que apoyan a Juan Carlos Martínez y su grupo de vividores. El camino de acceso a la mina está libre, la minera ya empezó a trabajar, eso es lo que importa”.