Rechaza Cardenal australiano nuevas acusaciones de abuso sexual

VATICANO, 19 de febrero de 2016.- El Cardenal australiano George Pell, uno de los hombres de confianza del Papa Francisco y actual Secretario de Economía de la Santa Sede, ha rechazado las nuevas y falsas acusaciones hechas en su contra en su país aparecidas estos días en algunos medios locales.

Según un comunicado, el Purpurado, que ha sido Arzobispo de Sidney (Australia), ha sido acusado en varias ocasiones de haber encubierto a sacerdotes pederastas e incluso de haber cometido él mismo este delito. Sin embargo, el juez instructor del caso siempre lo ha exculpado al demostrarse fehacientemente que las acusaciones son falsas.

En los últimos días, la prensa australiana ha publicado informaciones acerca de algunas “investigaciones de la policía victoriana (de la ciudad de Victoria, en Australia)” sobre el Cardenal que presuntamente habría ofendido a víctimas de abusos por parte del clero.

Sin embargo, el Cardenal desmiente tales acusaciones y explica que conoce que “muchos medios de comunicación” han recibido información confidencial de la policía, y subraya que “es insultante” que elementos de la policía “ataquen públicamente un testimonio del mismo caso que ha sacado a la luz inacciones de parte de la misma policía”.

Por eso, el Cardenal Pell pide al Primer Ministro y al Ministro de la Policía de Australia “investigar inmediatamente estas acusaciones infundadas”.

En el comunicado, el Purpurado exige a su vez una investigación por la filtración de noticias, que curiosamente coinciden con una nueva comparecencia que tendrá que realizar ante la Royal Commission, la institución encargada de la investigación de abusos sexuales a menores en Australia.

El Cardenal ha sido llamado a declarar en relación a varios casos de pederastia denunciados en la ciudad de Ballarat, en el estado de Victoria.

“Desde el momento en el que estas filtraciones han sido entregadas a la prensa está claro el deseo de crear el máximo daño al Cardenal y a la Iglesia Católica; y mina el trabajo de la Royal Commission”, dice la declaración.

El Cardenal Pell ya ha comparecido ante esta comisión en dos ocasiones bajo la acusación de haber encubierto a sacerdotes abusadores cuando era Arzobispo de Sidney. Ante esta Comisión, el Purpurado siempre ha negado tales acusaciones.

“Es indignante que estas acusaciones hayan llegado a la atención del Cardenal sólo a través de una filtración a los medios de comunicación. Estas acusaciones sin detallar no han sido planteadas al Cardenal por la policía y las falsas acusaciones investigadas por el juez Southwell han sido ignoradas por la policía durante 15 años, no obstante la máxima transparencia en la que han sido afrontadas por el Cardenal y la Iglesia Católica”.

Por ello, el Cardenal Pell pide “una investigación pública” sobre la filtración “de estas acusaciones falsas” realizadas por parte de “elementos de la policía victoriana” que están “destinadas a avergonzar al Cardenal, en un estudio en el que los errores históricos de la policía victoriana han sido sujetos a una sustancial evidencia”.

“Este tipo de ataques desleales disminuyen el trabajo que buenos oficiales de la policía están trabajando diligentemente para llevar justicia a las víctimas”, precisó la declaración.

El comunicado también señala que la policía “no ha dado pasos en todo este tiempo para juzgar al Cardenal Pell, si bien el Cardenal no tendría ninguna objeción en revisar el material que ha llevado al juez Southwell a absolverlo”.

“Ni la policía ha buscado nunca intervenir respecto a cualquier acusación de abusos sexuales a menores”, agrega el escrito.

“Más allá de las falsas acusaciones objeto de las investigaciones del juez Southwell, el Cardenal no conoce ninguna acusación o incidentes que estén relacionados con él” y “niega toda acusación ilícita”.

El comunicado también subraya que el Cardenal Pell cooperará con la justicia “como siempre ha hecho” en caso de que la policía quiera interrogarlo.

Además, el purpurado se ha reunido en varias ocasiones con víctimas de abusos sexuales para escucharlas y darles todo su apoyo, concluye.