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MORELIA, Mich., 10 de octubre de 2013.- La ola de violencia que azota diversas zonas del país ha ocasionado un éxodo de mexicanos que no migran, sino buscan asilo en los Estados Unidos, señala un amplio artículo que publica el portal digital del diario hispano El País.
Bajo el sugerente título de “Los que huyen de la pesadilla mexicana”, el portal hispano destaca que en tan sólo un mes, casi 200 personas pidieron asilo político en San Diego, California y al menos 44 de ellos proceden de Buenavista Tomatlán, destaca El País, que advierte que se trata en su mayor parte de mujeres y niños.
Los de Buenavista presumen que nacieron en “la capital mundial del limón”, pero los siete pueblos en los que se reparten los 45 mil habitantes del municipio están en Tierra Caliente, Michoacán, uno de los epicentros de la violencia del narcotráfico, señala.
“Hay muchos que llegan huyendo, solamente esta semana he sabido de cuatro personas. Es gente, además, que no se quiere quedar, porque ellos tienen su vida allá, quieren volver”, dijo a El País Héctor Sandoval, presidente de la Asociación Unidos por Aguililla, de Redwood City, California.
Y es que el cartel que domina la zona controla los caminos, amenaza a los pobladores y asesina sin pestañear, por lo que muchos huyen. “Se ha ido demasiada gente”, explica una vecina. El destino es El Norte: Estados Unidos. Y los que se van no buscan el sueño americano: huyen de la pesadilla mexicana.
Mientras tanto, los que siguen en Buenavista y acceden a hablar piden que no aparezca su nombre para no pasar ningún riesgo. “Sí, es verdad, cada vez se van más”, explica una vecina. El ayuntamiento de Buenavista les da una carta para que pidan asilo”.
Las peticiones de asilo de mexicanos han aumentado 400 por ciento en seis años. El Gobierno de EE UU registró 9 mil 206 en 2012, cuatro veces más que en 2006, al inicio de la ofensiva contra el narcotráfico emprendida por el ex presidente Felipe Calderón.
Pero el camino no es nada fácil y el 90 por ciento de las solicitudes de mexicanos son rechazadas. Hay que probar que se sufre de persecución ante un juez y muchos de los que esperan la decisión permanecen en centros de detención hasta que se cumpla el plazo: seis meses.
El aumento de los refugiados coincide con unas semanas particularmente violentas en julio, cuando en solo unos días los enfrentamientos causaron casi una treintena de muertes, entre ellos un vicealmirante de la Marina mexicana.
Los muertos se acumulan un día sí y al otro también. El sábado pasado mataron a cinco, hace un mes que mataron a un diputado local de la región en Morelia. En las últimas 24 horas, dos funcionarios de sendos pueblos michoacanos fueron asesinados.