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MORELIA, Mich., 4 de octubre.- Las solicitudes de asilo en Estados Unidos de parte de mexicanos se más que cuadruplicaron en relación con el 2006, el año en que el gobierno lanzó una fuerte ofensiva contra el narcotráfico, y llegaron a 9 mil 206 pedidos el año pasado, revela el portal digital del periódico 24 Horas.
Según el portal, el Departamento de Seguridad Interior del vecino paìs dice que un promedio de 11 mexicanos solicitaron asilo diariamente en el cruce fronterizo de San Diego entre el 9 de agosto y fines de septiembre.
La mayoría de los solicitantes proceden de la Tierra Caliente y el diario refiere a 44 mujeres y niños de esa región fueron liberados en San Diego sólo del 26 de agosto al 27 de septiembre, incluidas Silva, de 25 años, su hija de dos años, su madre, su abuela y una hermana.
Muchos solicitantes procedentes de la ciudad de Buenavista Tomatlán llevan cartas formales del funcionario municipal Ramón Contreras que dicen que son víctimas de persecución.
“Desde el 24 de febrero los habitantes de esta localidad están amenazados de muerte por el crimen organizado, ya que están viviendo con una ola de violencia e inseguridad y careciendo de trabajo para vivir. Por lo tanto me permito recomendar ampliamente a través de esta carta a estas familias para que les brinden la protección que las personas soliciten”, dice la carta.
La Tierra Caliente está tan dominada por un sanguinario cártel, Los Caballeros Templarios, que los residentes de media docena de pueblos formaron grupos de autodefensa este año para tratar de ahuyentarlos. Ahora escapan de a montones, diciendo que su rebelión los convirtió en blanco de los cárteles.
Los Caballeros Templarios exigen pagos para “proteger” a ganaderos, agricultores y comerciantes, lo que hizo surgir las autodefensas o policías comunitarias en febrero. Esto generó un aumento en la violencia del cártel, que trató de paralizar la principal actividad económica de la zona, el cultivo de limones.
Un político de Buenavista fue asesinado a machetazos y un vicealmirante de la Armada murió en una emboscada. En abril, diez personas fueron asesinadas en otra emboscada cuando volvían de una reunión con funcionarios estatales a los que les habían pedido ayuda.
Más del 90% de las solicitudes de asilo son rechazadas. Para que se conceda, un juez de inmigración debe llegar a la conclusión de que el solicitante era perseguido o tenía buenas razones para temer ser perseguido por su raza, religión, nacionalidad, afiliación a determinado grupo social o por sus opiniones políticas.
El presidente de la comisión judicial de la Cámara Baja, Bob Goodlatte, republicano, criticó al Departamento de Seguridad Interior por dejar en libertad a esas personas, diciendo que generalmente no se presentan ante los jueces de inmigración.
“Me preocupa el que el argumento de temor de persecución esté siendo explotado por inmigrantes ilegales para entrar a Estados Unidos y luego permanecer aquí”, le escribió en agosto a Janet Napolitano, entonces la secretaria de ese departamento.
El Departamento de Seguridad Interior dijo en un comunicado que sus decisiones se hacen sobre la base de varios factores, incluidos los lazos con la comunidad, el riesgo de huida y los antecedentes policiales. Se abstuvo de comentar casos específicos.
Algunos solicitantes de asilo dijeron que fueron rechazados en la frontera. Entre ellos Isamar González, de 20 años, de Buenavista, y su madre. “Les dijimos que queríamos asilo y se nos rieron en la cara”, afirmó. Pero muchos otros logran cruzar la frontera luego de una evaluación inicial.
El pedido de asilo de Elizabeth Silva comenzó a gestarse cuando individuos enmascarados abrieron la puerta de la casa de su familia en Apatzingan a puntapiés alrededor de las ocho de la mañana del 2 de septiembre y mataron a su padre, Jorge Silva, de 47 años, y a su hermano, José Manuel Silva, de 14, según la procuraduría general del estado de Michoacán. La policía no ha hecho arrestos ni ha revelado los posibles motivos de las matanzas.
Silva cree que estuvieron relacionadas con el pago de extorsiones. “Todos pagan en la ciudad”, aseguró. “Todos”.