MORELIA, Mich., 15 de septiembre de 2015.- A diferencia de lo que ocurre con los patrimonios arqueológico y artístico, en nuestro país el patrimonio ferroviario tiene escaso reconocimiento, afirmó la directora del Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos (MNFM), Teresa Márquez Martínez.

“Cambiar estos paradigmas cuesta trabajo, pero hemos ido avanzando, acompañando grandes transformaciones, como el momento de la privatización del sistema ferroviario en que logramos recuperar una gran riqueza material, pero al mismo tiempo intentamos echar a andar la recuperación de la memoria y el patrimonio”, agregó.

En este sentido, Teresa Márquez aseveró en entrevista con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes que así es como el Centro Nacional para la Preservación del Patrimonio Cultural Ferrocarrilero ha tenido un papel fundamental desde su creación para impulsar su revaloración y reconocimiento.

Teresa Márquez enfatizó que en el Centro Nacional para la Preservación del Patrimonio Cultural Ferrocarrilero no sólo se trabaja con el pasado, sino que se tiene como fundamento para elaborar proyectos que apuntan a un desarrollo y búsqueda de crecimiento para el futuro.

Como muestra de la vigencia del patrimonio de este medio de transporte citó el puente ferroviario internacional Matamoros-Brownsville, inaugurado en agosto pasado.

“Hoy están en discusión nuevos proyectos de desarrollo ferroviario y todos han realizado una investigación previa en el centro de documentación. Trabajamos en la asesoría porque el desarrollo de un proyecto cultural puede ser el gran detonador de la transformación urbana de Matamoros. Este patrimonio ferroviario va de la mano del desarrollo actual, para encontrar respuestas en nuestra vida hoy”.

Incluso, decir que una vía por sí misma tiene un valor histórico resulta difícil para mucha gente, porque es considerada un simple camino, cuando en realidad es uno de los patrimonios más valiosos del ferrocarril, pues sin ella no existiría.

En este sentido, puntualizó que trabajan en la localización, restauración y resguardo de bienes inmuebles, muebles y documentales que registran la evolución y las contribuciones de este medio de transporte a la cultura nacional; la  catalogación e incremento de las colecciones resguardadas; la investigación en la materia, y el apoyo a iniciativas públicas, privadas y sociales encaminadas a la protección de la herencia ferrocarrilera.

Recuperación y conservación de rutas ferroviarias

En otro punto, la directora del Centro Nacional para la Preservación del Patrimonio Cultural Ferrocarrilero manifestó que existe un deterioro social y económico en los lugares donde dejó de pasar el ferrocarril, lo que ocasiona problemas ambientales y de transportación, a pesar que los trazos coinciden con zonas naturales de gran valor.

Con el objetivo de impulsar un programa nacional para la recuperación, conservación y reconversión de las rutas ferroviarias y sus inmuebles históricos, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), a través del Centro Nacional para la Preservación del Patrimonio Cultural Ferrocarrilero, dio inicio al programa Vías Verdes México en 2003.

El proyecto recupera y valora el patrimonio de las vías fuera de operación para el transporte y tránsito no motorizado y así impulsar la práctica del turismo natural y cultural junto con el transporte sustentable en los medios urbano y rural.

“Esos tramos pueden tener mejor fin que convertirse en una nueva carretera. Se trata de desarrollos novedosos para México. Estamos conscientes que hay que moderar el uso de los automóviles, los automotores necesitan también un freno, porque es importante el medio ambiente”.

Además del enfoque medioambiental se trata de un proyecto educativo y de desarrollo local que abre las posibilidades a una mejor calidad de vida de diversas poblaciones.

Para la reconversión de las antiguas vías del tren en Vías Verdes se requieren herramientas de diagnóstico que permitan delimitar la situación de las rutas potencialmente identificadas.

Es por ello que se desarrolló una base de datos para localizar la red ferroviaria nacional y sus monumentos históricos en coincidencia con las áreas naturales protegidas y las zonas de depresión económica.

Uno de los estudios demostró que de los nueve mil kilómetros de líneas ferroviarias fuera de servicio en México, mil 200 kilómetros están en proceso de reconversión a vías verdes.

“El desarrollo del proyecto tiene que articular los tres niveles de gobierno, porque los municipios viven la problemática y quien tiene mayor capacidad de decisión e intervención financiera y tiene en sus manos esas vías es el gobierno federal”.

Aseguró que Vías Verdes es factible, real y se ha convertido en una tendencia mundial: “México ha aprendido mucho de lo que se está haciendo en Europa, donde hace unas semanas se anunció un entramado de Vías Verdes que va a conectar a 47 países.

Entre los casos que destacan en nuestro país, Teresa Márquez señaló a Vías Verdes Jalisco, con cinco estaciones catalogadas como monumentos históricos y 121 kilómetros de vía en tres rutas, y el Sendero Intermunicipal de Movimiento Alterno en Hidalgo, con tres estaciones monumento histórico y 14 kilómetros de vías en tres municipios.

Otro aspecto interesante es el reuso de las estaciones y vagones, pues actualmente 490 estaciones están catalogadas como monumentos históricos y artísticos; 42 son centros de cultura, bibliotecas, salas de lectura, etcétera, y 25 son Museos del Ferrocarril.

Algunos ejemplos son el Centro Cultural La Antigua Estación del Ferrocarril en el Centro Histórico de Querétaro que data de principios del siglo XX y que en 1996 es reconocido dentro de la zona “A” de monumentos que conforman el Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

A partir de 2003 fue remodelado y reinaugurado como centro Cultural que ofrece al público queretano oportunidades culturales diversas que van desde talleres libres de danza, música, teatro, pintura, canto y manualidades, hasta presentaciones de libros, obras de teatro, cine, conferencias, exposiciones de pintura y fotografía.

La estación de ferrocarril de Pachuca, Hidalgo, que además de convertirse en centro cultural dedicado principalmente al público infantil, es sede de la Feria del Libro Infantil y Juvenil de Hidalgo.

También está el Centro Cultural González Gallo (Antigua estación del ferrocarril de Chapala) que abre sus puertas en marzo de 2005 y en enero de 2006 inaugura la Sala de Arqueología Regional, el cual ofrece una colección de piezas arqueológicas de algunas regiones de México, principalmente de las encontradas en la rivera del lago de Chapala, entre las cuales sobresalen las ofrendas al lago y a Tláloc.