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MORELIA, Mich., 10 de abril de 2015.-La Cámara de Diputados aprobó con 324 votos a favor, 6 en contra y cero abstenciones, el dictamen a la minuta que reforma diversas disposiciones de la Ley General de Salud, para establecer como materia de salubridad general el control del sobrepeso, la obesidad y otros trastornos de la conducta alimentaria.
El documento que modifica los artículos 3, 6, 7, 27, 111, 112, 113, 115, 212 y 301 de esta ley, y devuelto al Senado de la República, prohíbe la publicidad de alimentos y bebidas con bajo valor nutricional y alta densidad energética, dentro de los centros escolares.
También orientará a la población sobre la importancia de una alimentación correcta y su relación con los beneficios a la salud, así como ejecutar políticas públicas, que contrarresten eficientemente la desnutrición, el sobrepeso, la obesidad y otros trastornos alimentarios.
Se aprobó que la Secretaría de Salud, en coordinación con la Secretaría de Educación Pública y los gobiernos estatales, formulen, propongan y desarrollen programas orientados a la alimentación correcta y a la actividad física, procurando optimizar los recursos y alcanzar una cobertura total de la población.
La Secretaría de Educación Pública deberá emprender acciones para la detección y seguimiento del peso, talla e índice de masa corporal, en los centros escolares de educación básica.
Se expedirán lineamientos generales para la venta y distribución de alimentos y bebidas preparadas y procesadas en las escuelas del Sistema Educativo Nacional, a fin de eliminar aquellos que no cumplan con los criterios nutrimentales.
En la fundamentación del dictamen, el presidente de la Comisión de Salud, diputado Mario Alberto Dávila Delgado (PAN), destacó: en México el sobrepeso, la obesidad y los trastornos de la conducta alimentaria son temas prioritarios y preocupantes; se han traducido en un grave problema de salud pública.
Además, provocaron un gasto social de más de 80 mil millones de pesos durante 2012 y se espera que para 2017 la cifra se eleve hasta 150 mil millones de pesos.
Mencionó que entre las enfermedades que conllevan la obesidad y el sobrepeso, están la diabetes mellitus, hipertensión, las cardiovasculares y algunos cánceres.
Refirió que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el sobrepeso y la obesidad originan un 44 por ciento de la carga de diabetes, 23 por ciento, la de cardiopatías sistémicas y entre un 7 y 41 por ciento la de algunos cánceres.
En cuanto al etiquetado, Dávila Delgado precisó que el dictamen plantea incluir datos de valor nutricional y evitar que los alimentos tengan un alto contenido calórico y energético, así como en grasas, azúcares y sodio.
Al iniciar los posicionamientos, el diputado de Morena, Gerardo Villanueva Albarrán, precisó que si bien se han tomado algunas medidas sobre el tema, una de ellas representó un duro golpe a la economía de las familias, “porque lejos de buscar la eficacia de la norma y de financiar el sistema de salud de este país, se le ha dado prioridad y se le seguirá dando al comercio de la comida chatarra”.
Un ejemplo es la Reforma Fiscal, que aumentó entre 8 y 14 por ciento el impuesto en alimentos procesados, y la consecuencia fue que más de cien productos de la canasta básica aumentaron su costo, “con el demagógico argumento de cuidar la salud. La gente va a seguir consumiendo este tipo de alimentos. No puede ser con medidas generales y limitadas, como se quiera combatir la obesidad, el sobrepeso y las enfermedades ligadas a los trastornos de conductas alimentarias”, abundó.
La diputada Dora María Guadalupe Talamante Lemas (Nueva Alianza) argumentó que el sobrepeso y la obesidad están presentes en más del 35 por ciento de la infancia y en la misma proporción en adolescentes y jóvenes, pero de manera más alarmante en los adultos, pues 70 por ciento de la población tiene sobrepeso o es obesa.
Urgió a emprender una cruzada nacional contra esta pandemia que pone en riesgo la viabilidad del país. “Una vida saludable sólo es posible si se cuenta con los elementos normativos, presupuestales y de infraestructura que permitan una alimentación nutritiva y de calidad; que haya espacios idóneos para realizar actividades físicas e información y orientación sobre las consecuencias negativas de ingerir alimentos con altos niveles calóricos”.
Por el PT, el diputado Javier Gutiérrez Reyes señaló que los malos hábitos alimenticios en las familias son producto de la pobreza, del bombardeo publicitario de cientos de productos con altos contenidos calóricos que no favorecen a la salud y de una vida sedentaria y con falta de actividad deportiva.
Hizo votos por diseñar y ejecutar políticas públicas que proporcionen la alimentación correcta, contrarreste eficientemente la desnutrición, el sobrepeso, la obesidad y otros trastornos de la conducta alimentaria, así como poner mayores controles publicitarios -por ejemplo- en televisión y cine.
El diputado José Francisco Coronato Rodríguez (MC) sostuvo que el actual ritmo de vida origina un desconocimiento sobre las consecuencias que tienen una alimentación deficiente y el sedentarismo. Esto se ve reflejado en el aumento de casos de sobrepeso, pues aproximadamente 5.7 millones de infantes lo padecen, de los cuales el 36.9 por ciento son niños y 32 niñas, y en relación a los adultos, el 69 por ciento son mujeres con sobrepeso y obesidad contra el 73 por ciento que son hombres.
Las y los niños con sobrepeso, obesidad y trastornos alimenticios, sufren dificultades respiratorias, mayores riesgos de fracturas e hipertensión y marcadores tempranos de enfermedades degenerativas, así como problemas en su crecimiento, desarrollo, rendimiento escolar e intelectual, resaltó.