A extremar precauciones ante temperaturas hasta de 45 grados Celsius
MORELIA, Mich., 5 de febrero de 2015.- En medio de la tragedia por la pérdida de un familiar de manera, lo último que pasa por la mente de los deudos es saber quién atiende los cuerpos para que se les pueda entregar, pero sobretodo, quienes conforman el equipo de trabajo que a través de las necropsias buscan revelar la verdadera causa de muerte.
Además de ser una profesión escabrosa, el trabajar con cadáveres es rudo, los peritos técnicos de la Procuraduría General de Justicia del Estado, todos los días cargan, trasladan, diseccionan, lavan, estudian y analizan los parámetros físicos de la víctima para determinar el porqué de su fallecimiento, entre ellos, Mayela Franco Guerra una mujer que desarrolla su trabajo con un sumo respeto.
Quadratín se adentró al mundo del estudio científico de la muerte, donde el más mínimo detalle puede revelar las verdades que la autoridad necesita para esclarecer un crimen, pero la práctica no es fácil y menos para una mujer, aunque Mayela está convencida de que tiene las mismas capacidades de un hombre a la hora de “trabajar los cuerpos”.
Su labor consiste en recibir los cadáveres, los colocan en una plancha de acero y apoyan al médico forense a realizar la necropsia, pesan y determinan las características de los órganos, mismos que diseccionan para revisar las características del mismo, después de concluido el procedimiento, cierran las cavidades mediante sutura y cuidan –en la manera de lo posible—la presentación de la víctima para poder ser entregados a sus familiares.
“Me apasiona estar aquí, sacar el trabajo y esclarecer las muertes, me gusta mucho mi trabajo, siento mucho orgullo de demostrar las capacidades, estoy convencida de que todas las mujeres podemos hacer lo que sea” relató al interior del anfiteatro del Servicio Médico Forense que lucía impecablemente limpio, pero con el característico olor cadavérico.
De los casos que le producen tristeza, son los suicidios, pero todos representan para ella un objeto de respeto, a pesar de las circunstancias en que hayan perdido la vida, como los muertos en enfrentamientos “para mi todos son seres humanos y merecen un respeto, y así trabajamos, todo lo que vemos aquí, aquí se queda” recalcó.
En su trabajo, lo que más ha sacrificado es el tiempo con su familia, a quienes les agradeció su apoyo en una carrera poco convencional; se dijo fuerte y agradecida por la oportunidad de trabajar en el Semefo, pero más que nada, comprometida a dar lo mejor de sí para obtener la verdad mediante su trabajo como perito técnico.