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MORELIA, Mich., 17 de febrero de 2014.- Fueron 27 días, los que un periodista de Canal 11 pasó en territorio michoacano, en la cobertura del conflicto vivido entre autodefensas y grupos de la delincuencia organizada, y narra a Quadratín cómo fue su experiencia.
Fue tras culminar su desayuno en un punto de Michoacán, con el rostro cansado y a punto de regresar a su hogar, que Raymundo Vega, camarógrafo del medio de comunicación del Instituto Politécnico Nacional, destaca que se trató de una experiencia única el haber estado en la entidad, dando cuenta de lo que pasaba, principalmente en la Tierra Caliente y la Meseta Purépecha.
“Estuve 27 días aproximadamente en Tierra Caliente y Uruapan, tuvimos la fortuna de cubrir la región de Uruapan, Tierra Caliente y hasta Tingüindín, y fue una experiencia única, porque era prácticamente un estado de guerra, aunque no hubo constantemente balazos sí había tensión, la gente se veía presionada, tensa, triste. Las carreteras estaban vacías, había retenes de autodefensas, de autoridades y reiteró fue una experiencia única para nosotros que nos dedicamos a esto”, dijo el experto de la lente que tiene ya un buen camino recorrido en la comunicación.
Reveló que él no había sido escogido para acudir a la cobertura periodística en Michoacán, pero luego de haber escuchado lo que estaba aconteciendo, se ofreció para ser él, quien reflejara algo de lo que ocurría en la entidad.
“Yo quería hacer la cobertura periodística, porque esto es lo más cercano que he vivido a una guerra, aunque afortunadamente parece que ya está regresando la normalidad”, mencionó.
Finalmente, Raymundo confesó que sintió miedo en más de una ocasión, pero dijo ser afortunado por vivir un episodio como este en la historia de nuestro país.
Por su parte, Armando Gama, reportero del mismo medio de comunicación, quien no pasó tantos días en Michoacán, coincidió con Raymundo en que fue un “cobertura impactante”.
“Sentí al principio temor, no sabíamos a qué nos íbamos a enfrentar, ingresamos y encontramos una ciudad en aparente calma (Apatzingán), pero con las horas nos fuimos dando cuenta que la gente estaba sufriendo”, resaltó.
Dijo que lo más impactante en su trabajo fue ver cómo una ciudad poco a poco se desmoronaba, aunque confió en que pronto se logre la paz y la tranquilidad en esta demarcación de la Tierra Caliente.