MORELIA, Mich., 30 de julio de 2015.- El 31 de enero de 2005, David García Esquivel tuvo un accidente en motocicleta, durante su jornada laboral y, aunque sufrió traumatismo craneoencefálico, fractura de columna y rotura de ligamentos de tercer grado en una rodilla, a la fecha no recibe la atención requerida por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Él se asume como una víctima de negligencia del IMSS, a donde fue trasladado para su atención de urgencia, ya que luego de tres horas, los médicos que lo atendieron únicamente ordenaron una radiografía de la rodilla, le colocaron una férula y lo dieron de alta, sin haber realizado una auscultación completa y sin un diagnóstico.

De entonces a la fecha ha tenido que iniciar varias demandas, una de ellas para que se le proporcione atención de tercer nivel que, sistemáticamente, se le ha negado pese a que las secuelas del accidente le impiden valerse por sí mismo y está perdiendo la vista.

Ante ello, acudió a la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, pero el dictamen que emitió esa institución se limitó al daño en la rodilla, con base en estándares de atención que no existen ya que él se ha dado a la tarea de buscar en la internet los protocolos de atención hacia un paciente con sus características.

Es por eso que decidió demandar penalmente al IMSS en la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR), en donde se inició la averiguación previa AP/PGR/M-1/105/2010  y donde, luego de cinco años, ha peleado porque no se cierre el expediente, siempre bajo el argumento de que el plazo para sancionar el delito ya feneció.

Sin embargo, David se ha asesorado y sabe que existe la figura del delito continuo que se puede aplicar a su caso ya que a lo largo de 10 años no ha recibido la atención médica que necesita.

“Dejan pasar el tiempo para que uno se canse y deje de pedir justicia. Eso no se vale”, señaló durante una visita que hizo a la redacción de Quadratín, donde mostró uno a uno los documentos certificados que dan validez a su historia.

El único trámite a su favor fue la demanda en Conciliación y Arbitraje que dictaminó como accidente laboral y ordenó el pago de una pensión con el 100% de su salario por lo que, al menos, no representa una carga económica para su familia.