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ZITACUARO, Mich., 8 de mayo de 2016.- La moda del aguacate llegó al Oriente de Michoacán, además de que persiste la tala hormiga en la mayoría de los pueblos originarios ya que sólo la comunidad de Donaciano Ojeda tiene ronda comunitaria para cuidar sus bosques.
Bonifacio González Guzmán, líder de la comunidad Francisco Serrato, una de las dos reconocidas por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) –la otra es Crescencio Morales-, dice que actualmente ese es el problema con sus recursos naturales.
El crimen organizado ya no saquea sus bosques, “surgieron en 2003, pero ahorita ya no se ve a esa gente; lo que realmente existe es la tala hormiga porque si existe alguna necesidad tenemos que tirar un árbol para ir solventando la necesidad de la familia y eso es lo que se ha podido ver”.
Sin tapujos, el líder indígena felicita a la comunidad de Donaciano Ojeda porque tienen ya más de 15 años que han protegido su bosque, tienen reglamento interno, están organizados y todos son responsables del cuidado de sus cerros.
Donaciano Ojeda es reconocido por todos pero nadie sigue su ejemplo porque, dice González Guzmán que se necesita mucho esfuerzo de la comunidad e iniciativa de las autoridades, pero las instituciones más
bien protegen a quienes atentan contra los bosques.
“Yo le doy mi punto de vista porque fui comisariado en el periodo 2007-2010; nuestra propia gente ya no cortaba un árbol por necesidad sino querían hacerlo como negocio y pues yo si mande a dos personas a la cárcel.
“Después no le dio continuidad el que fue mi sucesor, entonces se volvió a dejar esto y entonces tuvimos que pagar lo que se llama tumba, rosa y quema porque ahorita lo que existe es la moda del aguacate; sí, se detuvo a esas personas y se castigó y pues ahorita no han querido detener a la personas que cometen un ilícito contra el medio ambiente.
“Estamos hablando unas 12 hectáreas al año, en la que hay cambio de uso de suelo, pero de poquito a poquito se está yendo el bosque, a mí me da tristeza, como ciudadanos sí podemos hacer una denuncia, pero también la institución de Profepa no toma en consideración nuestra decisión y cuando queremos detener a una persona nos dicen que la estamos privando de la libertad, que no tenemos ningún derecho a detener a una persona.
“En aquel entonces, cuando yo era comisariado, el mismo Ministerio Público de aquí de Zitácuaro, cuando yo traje a un individuo no procedió porque no había talado lo suficiente; tenía que ser un volumen de 10 metros para poder sancionarlo, entonces estamos protegiendo al delincuente, por eso no podemos hacer nada como ciudadanos, estamos cometiendo algún error”.
Entrevistado durante el Foro de Consulta Regional a los Pueblos Originarios, dijo que socialmente la principal problemática que enfrentan es que son marginados, por ejemplo, en la toma de decisiones para algunas necesidades que tienen las comunidades.
“No se nos consultan y solamente los apoyos, a veces, se da a la gente que realmente no lo necesita; por ejemplo, en las comunidades de Crescencio Morales y Francisco Serrato el 80 por ciento estamos elegibles porque el 90 por ciento de la población habla mazahua.
“Pero afectan a otras comunidades que no lo hablan, pero si tienen su raíz indígena, únicamente que cuando hacen esas estadísticas, le pregunta a uno que si habla la lengua materna, pero entre los jóvenes dice que no y entonces por una causa que anteriormente nos discriminaron y por eso nuestros jóvenes ya no quieren hablar y prefieren más el castellano”.
El líder mazahua dice que quieren que los tomen en cuenta para todo, en infraestructura, caminos, electrificación, y la estructura de gobierno porque el personal de la Secretaría de Pueblos Indígenas ni se para en sus comunidades porque no tienen dinero.