Energías renovables, cada vez más accesibles para el hogar: especialista
MORELIA, Mich., 19 de abril de 2016.- La inseguridad en una ciudad no se combate sólo con medidas de seguridad sino propiciando la convivencia entre sus ciudadanos por eso, en Apatzingán, “deben trabajar revueltos, mezclados, necesitamos una orgía institucional para tener resultados”.
Según un comunicado de prensa, son las palabras de Jorge Melguizo, ex secretario de Cultura de la Alcaldía de Medellín, quien dictó la conferencia magistral “Alianza para una cultura de paz” en el Centro Cultural del Fondo en Tierra Caliente, donde habló frente al gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles; el director del FCE, José Carreño y el presidente municipal de Apatzingán, César Chávez, pero también ante ciudadanos, talleristas, promotores de cultura y estudiantes, quien celebraron su entusiasmo al afirmar que con la cultura se puede reconstruir el tejido social de cualquier comunidad azotada por la violencia.
Melguizo está convencido del éxito que han tenido en Medellín proyectos culturales que han contribuido a fomentar la convivencia entre comunidades violentadas: “En medio del fracaso colectivo que éramos en Medellín, le ofrecimos un reto constructivo a la sociedad: la cultura, y le dimos una responsabilidad, ayudarnos en la reconstrucción del tejido social”.
En ese sentido, apuntó que en esta historia de construir una cultura de paz en nuestras sociedades, “los periodistas también tienen una responsabilidad, porque cuándo vienen a Apatzingán a contar las historias positivas, solo viene a contar las muertes, los cadáveres, el periodismo no se basa en eso, la sociedad de este municipio está llena de vida y hay que venir a contar eso también”.
El también periodista aseguró que el mejor negocio que han hecho los empresarios en Medellín, “y ellos mismos lo dicen”, ha sido invertir en los proyectos públicos de educación y cultura porque “esos proyectos han permitido mejorar la calidad de vida de la ciudad y nos han puesto en la mira del mundo”.
Hoy la noticia en Apatzingán, celebró, es la cultura, “un proyecto para niños y jóvenes, el Centro Cultural del Fondo de Cultura Económica, eso existe más allá de la muerte que nos domina. Lo que une a Medellín con Apatzingán es que estamos reconstruyendo lo que hay de bueno en la sociedad”.
Los dolores de Apatzingán, los horrores de Medellín, advirtió, tienen que convertirse en esperanza, en concretar los proyectos, “los hechos no son suficientes, la gente tiene que saber para dónde va, qué significado tiene que vengan a un lugar como este Centro Cultural o que un gabinete dedique un tiempo a pensar en la cultura”.
Melguizo apuntó que la violencia no tiene más contenido que la muerte y que eso nos tiene que llevar a pensar en cómo cambiar. La compasión, dijo, no sirve para nada, “necesitamos apoyo, ayuda, un abrazo, necesitamos que el país nos abrace, no que nos alejen, Medellín, Apatzingán, no son ciudades violentas son espacios que han sido violentados y no somos ciudades violentas, sino sociedades violentadas. Hay que tener ternura, paciencia y delicadeza en la desactivación de esa violencia”.
Hacia el final de su participación, Melguizo convocó a hacer memoria no para quedarnos en el pasado sino para pensarnos en el futuro, qué debemos hacer para que cosas que ocurrieron no vuelvan a ocurrir.
“No se trata de recuperar valores del pasado, lo que debemos hacer es construir nuevos valores que nos apuntalen como la sociedad que queremos ser. Toca emprender colectivamente la construcción de estos nuevos valores para salir airosos”, concluyó.
Antes, José Carreño señaló que “en este acto están a la vista los pilares del modelo de acción que ha surgido de aquí mismo, basado en la estrecha colaboración de los tres órdenes de gobierno aquí presentes: el municipal, el estatal y el federal, así como en una intensa participación de la comunidad, todos bajo el convencimiento y el compromiso de refundar juntos la convivencia a través del desarrollo de una cultura de paz en la región”.
Ésta es una apuesta de todos nosotros a vencer el miedo, dijo, a erradicar el terror que en algunas zonas del país han generado la violencia y la inseguridad. “Y les quiero decir que es una apuesta ganadora, primero, porque surge de aquí mismo, de esta tierra. Enseguida, porque nace de una estrategia de no violencia. Y finalmente porque se trata de una estrategia que apuesta por el poder de los libros, el poder de la lectura y también de la escritura, como vehículos de reconstitución del tejido social”.
Por su parte, el gobernador Aureoles reconoció la disposición del Fondo de Cultura Económica para implementar acciones en la entidad para la reconstrucción del tejido social y agradeció a Jorge Melguizo el que compartiera con los michoacanos su experiencia respecto de la importancia de la participación ciudadana en la construcción de una cultura de la paz, que dijo, será de utilidad para diversos temas que se requieren superar en Michoacán y en especial en la Tierra Caliente.
Al señalar que esta región se vio convulsionada hace algunos años derivado de la violencia que se vivió, lo que requirió del apoyo del Gobierno de la República para hacer frente a la situación, el mandatario enfatizó que esa historia de zozobra no se volverá a repetir en el estado, “no habrá tolerancia a la delincuencia”.
Aureoles Conejo aseveró que no será suficiente el uso de la fuerza, también es necesario generar las condiciones para la recomposición del tejido social, que la sociedad participe y se apropie de sus espacios públicos, restablecer los canales de entendimiento y de resolución de sus conflictos en las comunidades, de ahí la importancia de esta ruta de construir una cultura de la paz, dijo.
La conferencia “Alianza por una cultura de paz” fue organizada por el Fondo de Cultura Económica en colaboración con la Secretaría de Cultura del gobierno de Michoacán, a cargo de Salvador Gironi; y la presidencia municipal de Apatzingán.