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MORELIA, Mich., 1 de enero de 2014.- Entre bebidas, bailes, comida y una actitud de mucho ánimo, fue como los jóvenes morelianos recibieron este nuevo año 2015 en algunos de los sitios nocturnos que se encuentran establecidos dentro de la capital michoacana, a los cuales arribaron a partir de las dos horas de este primero de enero.
Lugares como RoofGallery Bar, Sense Club, Cantinita, Bikini, Coktail Bar, entre otros abrieron sus puertas para recibir tanto a hombres como mujeres que tras la cena realizada con sus respectivas familias y el abrazo tradicional que se efectuó a las 24 horas, decidieron continuar con los festejos referentes a este día, buscando olvidarse un poco de la rutina cotidiana.
Whisky, Tequila, Ron y Brandy fueron los principales acompañante de este sector durante esta mañana, ya que algunos aseguraban seguir cumpliendo con su reto del “Maratón Guadalupe-Reyes”.
Meseros corrían como locos con la finalidad de atender cada una de las peticiones de los exigentes clientes que durante casi 10 horas abarrotaron los centros nocturnos.
El reloj corría, se dieron las seis, siete, ocho de la mañana y lo jóvenes continuaban con este ánimo fiestero que tanto los caracteriza.
Mujeres descalzas, vasos rotos y una larga fila para ingresar al baño, fueron señales de que el alcohol comenzaba a tomar sus estragos, sin embargo ni el ánimo ni la fiesta decaían, mientras los tradicionales shots comenzaban a observarse en cada una de las mesas de los establecimientos.
El sol apareció repentinamente, por lo que algunos de los presentes comenzaron a utilizar sus gafas de sol, no porque este fuera muy fuerte si no porque comenzaba a reflejarse la cara de desgaste físico y en algunos casos moral de los presentes, según comentan.
Tras pasar las horas, el hambre no se hizo esperar, por lo que algunos de los establecimientos ofrecieron desayuno a los clientes que continuaban en estas instalaciones.
Agotados, desgastados y borrachos en su gran mayoría, los jóvenes comenzaron a abandonar los antros, algunos buscaban dormir, mientras que otros optaron por continuar el festejo en sus hogares, con la finalidad de que no los alcanzará la temida cruda.