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MORELIA, Mich., 28 de diciembre de 2015.- Algunas fechas que se celebran con alegría y bromas, como el Día de los Santos Inocentes, tienen orígenes más sombríos. En el caso de esta fecha religiosa, está relacionada con la supuesta matanza de infantes menores de dos años ordenada por el rey Herodes I El Grande, en su intento por asesinar a Jesús, quien fue sacado de Belén por José y María para huir a Egipto antes del suceso.
Este sanguinario y brutal evento, está relatado en el libro de la Biblia, en el Nuevo Testamento, y de los cuatro evangelios canónicos (Marcos, Mateo, Lucas y Juan), sólo aparece en el de Mateo, y es la única referencia que hay sobre este suceso, porque en ningún escrito canónico o profano existen mayores datos, por lo cual expertos ponen en duda su existencia histórica.
Cuenta el evangelio de Mateo, en el capítulo 2 versículos 16 al 18, que el rey Herodes I, al sentirse engañado por los sabios de oriente, quienes le habían prometido dar el lugar exacto del nacimiento de Jesús de Nazaret, se enfureció terriblemente y ordenó a sus hombres asesinar a todo niño menor de dos años en Belény toda su comarca, de acuerdo al tiempo de nacimiento que habían precisado los magos.
La fecha que la Iglesia Católica da para este suceso, es decir el 28 de diciembre, ha sido también cuestionada, pues de acuerdo al evangelio de Mateo, el suceso debió ocurrir después de la visita de los magos de oriente (Reyes Magos) al recién nacido Jesús, para llevarle regalos, lo cual sucedió el seis de enero. De ser así, el trágico suceso se dio posterior a esta fecha, unos días después del seis de enero.
Tradición de bromas
Al correr del tiempo, y después de sincretismos con eventos paganos, se fue quitando la condición trágica de la fecha. Durante la Edad Media, se celebraba la Fiesta de los Locos, donde el desenfreno estaba permitido y la locura se apoderaba de la gente. Es probable que debido a la coincidencia de la fecha y a alguna acepción de la palabra “inocente” como víctima, en este caso de una locura o desvarío, se empezó a utilizar el 28 de diciembre como un día para jugar bromas y evadir responsabilidades. No hay precisión en los datos sobre si la Iglesia Católica decretó el Día de los Santos Inocentes a partir de este suceso medieval.
En España e Hispanoamérica suelen realizarse bromas de todo tipo este día, la idea es aprovecharse de los “inocentes”, los más descuidados, y realizarle jugarretas que van desde pedir un préstamo de alguna cosa o dinero, hasta decirle mentiras al inocente. Después de lograr el cometido, la hazaña se acompaña con una frase: “inocente palomita que te dejaste engañar, sabiendo que en este día de nadie te debes fiar”
Los medios de comunicación acostumbran despilfarros informativos en esta fecha, así que querido lector, le recomendamos precaución en lo que lee, estar alertas y tomarlo todo con buen sentido del humor.