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MORELIA, Mich., 10 de febrero de 2016.- Cuarenta días antes del Domingo de Ramos, que da inicio a la Semana Santa, es el Miércoles de Ceniza. Este miércoles 10 de febrero, es ese día. Desde temprano se han oficiado misas por todos los templos, iglesias y parroquias católicas en toda la ciudad. Es distintiva la cruz marcada con ceniza en la frente de las personas.
El párroco Francisco Alonso Mora, señor cura de la parroquia María Trono de la Sabiduría, explicó a Quadratín que el rito de la ceniza ya viene desde las sagradas escrituras, en el Antiguo Testamento, era un signo de conversión a la fe católica, de arrepentimiento de los pecados, “cuando el rey, todos sus secuaces y la comunidad se revestían de ceniza sobre la cabeza, un signo para convertirse a Dios” añadió.
“Dentro del calendario litúrgico, después de este tiempo que hemos terminado el domingo anterior, que fue el quinto último domingo del tiempo ordinario, se inicia en este día otro tiempo litúrgico, y cae precisamente el Miércoles de Ceniza con lo cual iniciamos este tiempo de la Cuaresma” señaló el religioso.
El sacerdote indicó que este es un tiempo nos debe ayudar mucho a ir esforzándonos por tener un espíritu de sacrificio, “de ahí que el ayuno, la abstinencia, el sacrificio, nos ayudan a renovar ese espíritu” complementó.
El próximo 20 de marzo es el Domingo de Ramos, “ahí termina antes la Cuaresma e inicia con el Domingo de Ramos la Semana Santa, que es el inicio del tiempo de la pascua” Este día es obligación el ayuno y la abstinencia de carne, al igual que el Viernes Santo, aseveró el párroco. Dijo también que a las personas mayores, niños y enfermos no les obliga el ayuno ni la abstinencia, por su condición.
La señora Carmelita, así conocida por la congregación de esta parroquia, dijo a Quadratín que por la mañana acude poca gente a ponerse ceniza, lo hacen sobre todo amas de casa. Señaló que es por la tarde cuando acude la mayoría de personas, porque ya han salido de trabajar.
Finalmente el padre Francisco Alonso y la señora Carmelita coincidieron en que ha aumentado el número de feligreses. El párroco lo atribuye a que la gente busca acercarse a Dios ante el panorama tan complicado que vivimos.